or si quieren privacidad. -Es que me tomará un buen tiempo salir. -Eso no es problema, Max puede esperarlos ¿verdad cielo? . -Si, claro, -sonríe aceptando. -Hace tiempo que no nos visitas y m
cinco personas más para que fuera mi turno de firmar para que me entregaran las calificaciones de mis hijos. cuando al fin era mi turno firmé y me entregaron ambas calificaciones. -¿Laila? Ni siquiera me había fijado quién estaba delante de mí, levante mi vista y confundida observe por un momento al profesor que me había hablado, hasta que recordé quien era por su lunar en su mejilla. -¿Spencer, eres tú? . -Hace tiempo que no... dame un minuto. El se levantó de su lugar y le pidió a una de las maestras que tomara su lugar por unos minutos Y sin perder tiempo se acercó a mí y me abrazó tomándome por sorpresa. -Pensé que nunca más te volvería a ver-se separó de mi para luego mirarme con a asombro. -Veo que la maternidad te ha sentado bien. -Si.... eso me han dicho- me reí apenada. -Pero tú estás.... muy cambiado . No quedaba nada del chico que conocí antes, es muy diferente, enserio que es diferente y su cambio fue para mejor -Bueno, quería cambiar algunos aspectos de mi vida ... -Y vaya que lo hiciste. - lo mire de arriba abajo sin descaro. Al darme cuenta de lo que había dicho me avergoncé -Lo siento. Spencer era un viejo amigo de secundaria pero en ese entonces todos le decían pato feo, yo era la única que lo llamaba por su nombre, y por eso es que hemos sido buenos amigos, pero me ha dejado sin palabras ya que no era el mismo chico lleno de acné en su rostro; es más, estaba muy apuesto e imagino que es la fantasía de sus alumnas. -¿Tienes prisa, así podría invitarte almorzar? -pregunto mientras me acompañaba a la salida -Me encantaría que nos pusiéramos al corriente de todo... -Oh, no, es qu