tendré contemplación contigo, no importa lo bien q
n, gracias Lucy...
de tu descanso, tomaras
. Gracias corporación
stría, con la izquierda abro la llave por la cual sale el líquido vital, con la derecha coloco la bolsa debajo de la llave, cuando la peque?a bolsa se llena, libero mi mano izquierda y cierro con esta la bolsa, luego con la derecha deposito la bolsa en el despachador. Esto lo repito unas mil o dos mil veces en cinco horas. Lucy me eva
pre con eso de la corporación. Yo dudo mucho que la corporación pierda conmigo, es decir: si yo pienso, o no pienso, si trabajo o no, la corporación no pierde, ellos siempre ganan. ?Aquí estoy! ?Siempre estoy aquí en mi aposento! El hecho de estar aquí confinada, hace a la corporación gane. Y a mí me convierte en una perdedora. Antes era sumisa y trabajaba por el agua, ahora creo que la vida debe ser algo más que llenar bolsas. Por supuesto, si le pregunto a Lucy, el
ando Lucy no me ve, escupo en una de las bolsas, porque quiero que algún cliente saboree mi saliva, sienta mi ser, se alimente de mi tristeza. Quiero que mi imagen se materialice en su cabeza. Quiero que sepa de mi sufrimiento, que sepa que estoy aquí para él
qué te has qu
cabado las
sabes. – Me
arma
sí, Lucy, de alguna forma mi cuerpo se ha acostumbr
la alarma esta por sonar. Creo qu
eso denota que yo ya
ame esa
punto con la corporación, que la pued
demás unidades de carbono de este departamento. Sigue así, y tal vez, más
e está funcionando! Pensar me hace más inteligente, puedo enga?ar a Lu
pase por enfrente de mi cuarto, pero se dirija hacia otra parte. ?No! ?Viene hacia mí! Lucy ha empezado a empotrar el largo cuello
viene el s
ontestó rápidamente
?Por qué, le has
e, pues yo no lo puedo hacer,
?ando! ?Por qué n