ab
s Ashga
riencia, para ser sincero, ―se pasó una mano por su rostro y luego me miró―Estoy teniendo bastante dificultad para tener una asistente personal, sé qué mi secretaria l
e iba a tener trabajo, aunque no como administradora, pero... ¿Cuánto gana una asist
obligaciones del puesto y...―levantó su mirada oscura dando un repaso, luego se cruzó con la
na línea con sus labios y mostró un gesto de d
prisa. Cerré la puerta detrás de mí y caminé por el pasillo, di vuelta y más allá, estaba Eleonor Bruce. Por su forma de mirarme, estaba dispuesta ella a sabotearme como dijo el señor Ashgar, pero no
le llegó a los ojos
estado agregando para que se cumpla al pie de la letra. Tiene que cuidarlo mucho, ya que él se enoja si encuentra siquiera una ma
as. ―l
antes de las seis de la mañana, ¿Por qué si te ha dicho que tu entrada es
critorio y se sentó en su silla poderosa de cuero. ―Por cierto, ―dijo y señaló
a lado como para poner carpetas o libros. Tenía que aprender todo lo qu
lder con los documentos. ―Tienes que estar totalmente disponible para el
r la molestia en su mirada.
e di, no puedes tener fallas por qué a la primera,
rar la pantalla de su iMac. ―Me imaginé. ―murmuré entre dientes volviéndome hacia el
no puedes vestir tan... Provocativa. ―cerré los ojos al escuchar d
isma altura que su falda, no estoy enseñando piel
a. ―me señaló la blusa de
es la
no embutirte a la fuerza en una que no es. ―su
ronado un poco. Mejor iría de inmediato por un uniforme a mi talla o quedaría en vergüenza una vez que le saque el ojo con un botón a alguien, - o a la
hgar. ―Así firmo de una vez el mes de prueba. ―asentí y noté cua
r. ―dijo la señora Bruce bus
saco del traje puesto, solo su camisa de vestir la dejaba a la vista, desde mi lugar, vi su espalda ancha y como la tela estaba ajustada a sus brazos. "Dios, este es un dios griego pulido en los cielos" me aclaré la garganta alejando esos pensa
rando adentro
con él, al entrar a la oficina, el ho
tengo todo list
gó como desaprobando algo, luego miró al otro hombre. ―Un unifor
cuenta de que era el área de uniformes, tomó uno de un estante y me lo entregó. ―Espero no equivocarme de talla. ―agradecí con un movimiento de
garganta― ¿Si bajo de peso, se pu
por su
ción y estaba el señor Ashgar senta
―preguntó
quí tiene señorita Sánchez, este es el contrato
je aceptando
lma, en lo que arreglamos un
e pie a lado del gran sillón de cuero, entonces mis ojos se abrieron de par en par al leer: Contrato Permanente y el sueldo a lado con una cantid