ía de pequeñas perlas de sudor, era la primera vez en mi vida, en nuestras vidas... que nos separábamos, era la primera vez en 18 años, que abriría mis ojos el día de mañana y ellos no estarían, mis h
vo allí, la vio morir por amor, amor a su lobo, amor a su hijo y eso la hizo cambiar, pero si hablamos de frialdad Mateo se lleva el primer lugar, él es como un maldito cubo de hielo, mientras Stefano es un puto volcán que no necesita de mucho para hacer erupción y moler a todos a goles, y luego estoy yo... Felipe, el bromista, el más flacucho de los hombres y más bajo, mi estatura es casi igual al de mis hermanas, aun así siempre estuvimos juntos, y a pesar de que somos tan diferentes nos complementamos, Victoria es la calma de Stefano, Ámbar es quien provoca a Mateo, gracias a ella Teo, como le decimos solo para molestarlo, demuestra alguna emoción, y yo... yo solo juego mis bromas, esas que los ace
solo yo, que debería estar feliz de poder disfrutar de este tiempo en China, en la universidad que elegí y donde poder ser
ecordar como regresaron sus hermanos mayores y su prima cuando fueron a Francia, también a la universidad, aunque ninguno se recibió, Eros, y Zafiro que eran sus hermanos mayores y fueron los que regresaron al refugio de su hogar con las alas rotas, eso lo recordaba a la perfección, veía el dolor y sufrimiento en sus ojos y era por eso que
Bach, no, aquí nadie sabía quién era Felipe Zabet, solo lo que veían y lo que él mostraba y era por eso mismo que en solo tres meses era uno de los jóvenes más populares de la universidad, atrás quedaban sus bromas pesadas y chistes molestos, no los necesitaba, solo era él, ¿y cómo era Felipe realmente? Era un joven honesto, atento, simpático, pero también serio cuando la situación lo requería, y a pesar de que su comportamien
e un lado a otro, mientras que Felipe estaba perdido en su mente, tratado de descifrar porque todos siempre estaban apurados, no se dio cuenta que s
rente. - Felipe giro de inmediato al escuchar
aun sorprendido y Han Sh
es hermoso? - el hombre de 30 años, coloco un rizo rebelde del cabello de Felipe detrá
die, Felipe ni siquiera había dado un beso en toda su vida, por lo que el avance de su profesor lo dejo tragando grueso, era un hombre alto, con una d
rta... me has quietado el sueño, más este último tiempo que he podido ver de primera mano cuanto idiota se te acerca y tu solo so
- ¿Por qué me pidió que me quedara? - termino su pregunta al descubrir que Han Shun Mi
mino con el poco espacio que los separaba, beso sus labios de forma sueve, al tiempo que llevo una de sus man
su humedad y suavidad, se dejó llevar, era algo que aun sin haberlo hecho nunca, sentía la necesidad de responder, entrelazando la lengua con la de su profesor y en algún momento del beso se
uros y rasgados clavados en los verdes de
e para Ming quien sonrió con satisfacció
es mi reclamo a ti, de
masculina, tenía a muchas alumnas suspirando por él, no podía creer que fuera gay, pero lo era, sus besos se lo decían, sus caricias, esas
salto, no lo había escuchado entrar en su departamento, pe
taba contando que ira a una bod
n un mes que Shan le hacia un planteo como ese, era celoso y posesivo, Felipe ya
as quiso ir a la cocina, pero el hombre
minaba de entender esa manía que tenían en China de nombrar a las personas por s
uera de mi departamento o en tu casa. - Ming lo sujeto con fuerza entres sus brazos y de
fesor Ming, o solo puedes verme de esa forma tan hermosa como cuando quieres que te bese e iré a tu lado de inmediato, y te ayudare con todo lo que necesites
amos grandes amigos, esos que se conocen desde siempre, porque así l
su voz era ronca y Felipe sabía que la razón era por lo excitado que estaba, podía sentir su erección rozar su pierna, quería decirle que se detuviera, que aún no esta
voz temblorosa y el ho
ermoso, Sh
anos fueron las encargadas de despojarlo de su ropa, y Felipe ya no sentía vergüenza o miedo a lo desconocid
y cuanto quería y en este momento quería a Felipe, lo había deseado desde que lo había visto el primer día de universidad, fue solo una coincidencia que Felipe fuera gay, ya que si ese no fuera el caso Ming lo hubiera reclamado de igual forma, y es que nadie le decía que no, Han Shun Ming, era el líder del dragón rojo, una de las principa
si no tenía músculos que lucir, quien diga que un hombre no duda de su físico miente, ya que Felipe se preguntaba si Ming realmente lo veía hermoso, como tantas veces se lo dijo. Su profesor sonrió cuando el joven quedo con la vista fija en su pene, ese que de
o y Felipe obedeció, algo que a Ming le encantó, l
lo haremos? - pregunto con
a dejárselo y lucirlo, como una joya de su propiedad, aunque nunca le ofrecería otro lugar más que el de un acompañante,
una vez más el cuerpo color crema de Felipe y como p
n a los pequeños pezones del rubio y se dio a la tarea de lamerlos, mientras humectaba dos de sus dedos con lubricante, y sin perder más tiempo lo penetro, muy lentamente, primero con uno y luego sumo otro más,
llevo sus manos al cuello delgad
de su acompañante tomo el pene delgado y nada pequeño de Felipe y comenzó a
s las estocadas se volvían más profundas y certeras encontrand
e vergüenza, Felipe creía que era precoz, sin embargo, hacia varios minutos que
be todo de mi... Libéra
ue el joven liberar su esperma en medio de ambos, y Ming se vaciara en su interior, definitivamente
elipe, solo