devolvió el bolso a Rusty. "Apriet
argo de la parte inferior del bolso que probablemente confundiste con un acolchado. Podría haber contenido veneno, un arma biológica o un gel explosivo que podría encenderse con el encendedor que me devolviste. Tienes que sentir cada centímetro de algo que buscas e investigar cada golpe omientos ocultos y sacó los
er matado a alguien si h
unto a la fila de coches que esperaban para entrar en Homeland. Casi se estrelló contra algunos manifestantes antes de chocar contra esos vehículos. La parrilla había sido modificada en un ariete.
barrera de metal derribada. Los guardias a lo largo de la parte superior de las paredes abrieron fuego. Sus
taban atascados en la puerta dañada, pero no tardaría mucho en liberarse. Retrocedió y luego el conductor
ente. El conductor probablemente tenía la intención de usar la potencia del motor y la fuerza para romper la
ban a punto de ser empujadas hacia adelante cuando la camioneta se estrelló contra su alquiler. El motor seguía funcionando. Se puso de rodillas y se lanzó a
a embestido. Su atención se fijó en la furgoneta. Las balas todavía rebotaban en él, s
usty gritó.
ó a la camioneta. Kat reaccionó, sus años de entrenamiento tomando el control antes de q
os neumático
ntanas del vehículo aguantaron, lo que significaba que no podía hacer ningún daño, pero eso fue en ambos sentidos. Un movimiento en la parte tr
iler unos metros. Se movió con él y examinó la puerta en busca de un defecto. La cerradura estaba expuesta, así que disparó contra ella. El agujero que apareció pareció sorprender al conductor y ella podría haberlo alcanzado pero la bala no le haría mu
a bala no atravesó su careta. Se lanzó hacia atrás. El conductor se atragantó, la sangre fluyó sobre su chaleco. No llevaba cinturón. Ella empuñó una de las correas de su chalec
aría. Se concentró en el hombre moribundo a sus pies. Se inclinó, con cuidado de mantenerse fuera de la puerta abierta de la furgoneta qu
exionar exactamente sobre cómo funcionaban o qué harían. Temía que los otros asaltantes estallarían en cualquier momento y atacarían. Vio los interruptores y usó sus pulgares para acti
gritó a dos oficiales d
una especie de barrera que habían instalado cerca de l
nte malo si solo hubiera hecho estallar dos armas químicas, pensando que
ición. Ella metió la cabeza cuando sus brazos se abrieron como si fuera a agarrarla, pero lo agarró por la cintura. Sacó el aire de sus pu
UG
zumbaban los oídos, se sentía entumecida y no sabía si estaba herida. El gran cuerpo debajo de ella se movió. Estaba tumbada encima de él. Él se dio la vuelta y de repente
uelo. Había vuelto la cabeza para mirar detrás de él. Ella miró fijamente una garganta bronceada, revelada debaj