u espacio vital. Polanitis era un monstruo con ojos muertos y una disposición mezquina. El macho sonrió mientras se acercaba, pero se d
a de todo, ya sabes. Veo la forma en que miras al
ue era suave cada vez que sacaba sangre y lo miraba atentamente con grandes ojos marrones, como si f
rmula del fármaco reproductor que se adapte a nuestras necesidades actuales. Una vez que esté perfeccionado, esto
r una hembra. Le habían administrado una dosis cuando era mucho más joven. Las pesadillas continuaban molestándolo, de cuando su mente se había fracturado por el dolor. No sabía si
e no produzca efectos secundarios tan violentos y dolorosos. Sé que te gustaría montar ese cuerpecit
a debía haberse propuesto ganar su atracción a propósito, con la esperanza de que no le hiciera daño bajo ninguna circunstancia. había funcionado Una sensación de traición ardía
de atacar a los guardias. Dean Polanitis entrecerró la mirada, su tono revelando su ira. "¿Entiendes lo que te estoy diciendo? Perdí a
cruzar la habitación y desgarrarle la garganta. Había querido matar al macho antes,
eja de lastimar a mis equipos de seguridad y te la enviaré aquí. Aflojaremos esas cadenas l
productora lo volvería loco y una im
si se la enviaban después de que le administraran la dosis. Por mucho
creo
e como para fanfarronear. Hágala pasar. Soy un animal que mata. Pu