pero no pudo evitarlo. Su corazón latía con fuerza por la adrenalina que latía
sa sección del parque. Ella jadeó pesadamente, ase
ahora. Estaba enfurecido. La vida
abiertos por el miedo cuando él los miró fijamente. La luz solo se mantuvo durante un
oltara su agarre en sus muñecas. Eran pequeños y frágiles en sus manos.
on más fuerza a medida que la tormenta se intensificaba. Dudó en deshacerse de ella p
ivel más tranquilo. "Pensé que eras humano. Un i
garse. Supuso que se trataba de un primate por la forma redondeada de sus ojos y su delicada nariz. Empeoró lo que había hech
cena para manejar el Regalo, pero el parque estaba vacío. Nadie saldría a correr bajo la tormenta. E
amenazada. "Te juro que estás a salvo. Me movería, pero luego est
N
ba protegida del clima. Solo necesitaba evitar que ella entrara en pánico hasta que la lluvia disminuyera lo s
o, sino que la había derribado como si fuera un ciervo. Estaba agradecido de haber reconocido que al menos era una hembra pequeñ
la be
ieron mirarla fijamente. Apenas podía disti
Un pensamiento peor golpeó y lanzó una mirada escrutadora a su alrededor. "¿Alguien te estaba persiguiendo?" Su voz se pr
quería sen
nuevamente. Deseaba poder ver su rostro. El trueno sacudió el