a corría por sus venas ante la intriga que causaba no saber que sucedería, se sentía viva, mientras su mano acariciaba el pene de Horus, por encima del pantalón, provocando que el mayor se re
bandono de su madre en sus primeros años de vida, sobreviviría a Pedro, claro que lo haría. Sacando el valor que solo un Con
ijo sobre el oído de Horus y sacando
joven de 18 años con unas curvas mortales se pusiera a jugar con la punta
o te detengas... y yo no lo hare.
Di
ntir cierta inexperiencia en la boca de la joven y le encantaba, tanto que tomo su cabello en un manojo desordenado y comenzó a guiar sus movimien
a, si... Dio
una de sus pequeñas manos acunaba sus testículos, levanto su cadera de forma inconsciente, buscando follar aún más pro
do el control del automóvil y d
esconectó al verla lamer sus labios, ¿erotismo? ¿Qué rayos era eso si n
pero como yo diga, hazle ca
a ceder, cada vez un poco más, como ahora que estaba dispuesto a ser llamado daddy, y todo para complacerla. Mientras Dulce se perdía en la forma tan desesperada en la que Horus la tomo de la cint
burla y autosuficiencia, Horus la había visto antes, pero no podía im
e hotel que había preparado para ti, te daré duro aquí mismo. - respondió llevando sus m
lo ni preocuparse en que estaba a punto de follar con el hombre que p
un beso
daddy, soy una niñ
erecía ser la futura cabeza de la familia, y eso se debía a que no era un Bach, tampoco un Zabet, él era el hijo de Tiago Anderson y Dulce Ángel, difunta hermana de Hades, quien lo dejo al cuidado de su mejor amiga Lucero y de su primo mayor Eros Zabet, sin saber que tan perdido estaría en la vida su hijo, y es que este hombre de 30 años, aun no sabía si era un empresario, un líder o si la sangre Áng
s y le permitió respirar. - Dios. - gimió con fuerza ya que Horus había deslizado su dimi
ocarme pequeña, daddy
forma brusca con la que Horus la estaba tomando le gustaba, era el opuesto de Giovanni, en sus ojos no había dulzura, ni amor, solo deseo y pasión, fuego, eso era Horus, y lo agradecía, porque en ese momento estaba ardiendo de placer, y eso provocaba que se olvidara de Pedro, solo podía sentir a Horus ll
a luego dejar que se meciera sobre él como le apeteciera, ya que se detuvo a baja
dominante que Dulce no sabía que tenía, jalo el cabello de Horus y lo obligo a besarla, mientras se contorneaba sobre él, su pene la llenaba al completo, su clítoris rozaba cont
r, Horus era un hombre, uno que ante la prensa se mostraba frio y distante, inalcanzable, sin embargo, ahora decía cosas, obscenas y le encantaba, este juego le e
todo. - definitivamente tendría
blema para este hombre, no podía creer que hizo y dijo todo aquello, se suponía que debía tener una conducta intachable, pero en su defensa, esa joven lo enloqueció desde que la vio llegar d
Era diferente, muy distinto a lo que sucedió con Giovanni y a años luz de lo que no debió pasar con Pedro, se permitió quedarse un momento recostada en el pecho del mayor, sin esperar nada de él, des
a jocosidad con la que le hablo durante todo el camino, y a Dulce le comenzaron a picar los
ue en ella quedaba, no solo porque el pene de Horus ya no estaba en su
eso, nadie puede golpearte, no importa si tiene problemas de ira, si tuvo un mal día o si le escupes en la cara... no dejes que nadie te
vas al aeropuerto, mis
ta de su primo ya la había golpeado antes y por eso la joven tenía experiencia maquillándose, claro que Horus no tenía como saber que el don en el maquillaje de la joven se debía a que pasaba horas viendo a su madre arreglarse, mientras más la miraba, más ansioso se ponía, no sabía dónde vivía, y si, ella parecía que venía de una f
en contactarme. - Dulce dejo de verse en el espejo pa
rte por follar. - respondió completamente indignada, pues
s joyas que su padre Eros fabricaba, no quería faltarle el respeto de esa forma. En un silencio incomodo desce
las razones por la que la joven no le permitió parquear el automóvil cuando le hizo un oral, pu
nombre del latino se sentía morir un poco más. - Además quiero saber dónde vives, donde puedo localizarte. - sexo, todo se resumía a eso, se dijo la joven y no tenía problema con aquello,
us padres ya estaban allí, con un grupo de sus hombres de confianza. - Será mejor que regreses. - pidió con
necesitaba, su físico, rostro y apellido lo ayudaban a conseguir a la mujer que
en la mente de Horus eso significaba que sus posibles amantes fueron por ella y no sus padres biológicos, algo qu
vocando que Dulce se olvidara del maravilloso orgasmo que le había brindado el
, donde Valentina Constantini avanzaba
e puede pasar" era la frase favorita de Ezzio, "Sueño cada noche con arrancar tu cabeza, algún día lo hare realidad" le susurraba Lupo al pasar por su lado, " El Ángel de la muerte no es eterno y cuando él no este, tu conocerás el infierno" la oscuridad en los ojos de Salvatore lo asustaban más que su amenaza en sí, "Tu no llegaras a ser la cabeza de los Bach, antes te mataremos" Ángelo solo sonreía cuando lo am
engo un arma? - indago
de Rocco, quien asintió al recordar las normas de los aeropuertos que eran insobornables, aunque este no e
ulce viendo como Horus se ponía en pi
pasa! - Lupo estaba siendo sostenido por Leonzio y Ángelo,
rus, ya que Valentina lo vio de
a si usaban un arma o sus manos, ella
freció a traerme... - no sabía porque lo defendía, quizás por el maravilloso orgasmo
atore avanzo con la clara intención de golpear a
ue su hermana no lloraba en público, a decir verdad, nu
da Horus vio al clan De Luca al completo, los reyes de chicago, su rein
jar su odio a un lado, para centrars
a una niña, como cuando tenía cuatro años y lloraba por las noches porque su mami no la recordaba. - Incluso Pedro... solo me tiene lastima.
cesitas a nadie. - dijo la reina
ellos lo querían muerto, pero, aun así, le dolía, ver a Dulce de esa forma, realmente le dolía en el alma. - No puedes tenerla en una burbu
do solo para ell
cierres en una jaula de oro. - no debía meterse en lo que no le importaba, pero había un problem
s a la preocupación por su hija, mientras sus esposos obedecían sus instrucciones, Horus vio la figura de la joven perderse a l
eran los años, aunque Tina apenas estaba en sus 35 años, quizás era que hacía 13 años ella se había convertido en la reina de Chicago, y la frialdad se había tornado algo hab
sabía porque la estaba provocando, quizás porque la últi
na, mientras la frialdad se instaba en su mirada. - Morirás a manos de tu pr
¿Q
que no lo envió con los demás al avión, el moreno era
alabra. - mur
estupidez. -intervino Salvatore, viéndolo con sus
era un Bach, y un Bach lo sabe todo, entre el c
, y si algo le pasa tu correrás con la misma suerte, tu vives mie
reina dio la orden
a que de camino había llamado al hotel y le habían informado que en su habitación no había nadie, supuso que la joven estaría en el salón, Horus sin embargo, iba por sus abuelos para que le explicaran a detalle a que se había referido Valentina, ya qu
eres más que un animal! - escupió con odio, quie
los Ángel llevaba de apodo el nombre del Ángel que fue desterrado con el diablo, el ángel de la perdición, tortura
o golpearía a una muje
uria el latino y fue cuando Amir gol
ntrario. - advirtió el anciano, quien había adoptado como sus nietos tanto a los hijos extramatrimoniales d
amor nuble su sentido común. - dijo const
refutaron al uniso
no cuando no saben comportarse, me avergüenzan, en minutos es la boda de Alejandra, saben todo lo que ha pasado, lo que ha sufrido, nuestra, santa, no voy a permitir que esto trascienda
la manera de contactar con Dulce, sin que Donato supiera o ahora si juraría que lo matarían, mientras Horus se dijo que lo mejor que podía hacer er
ecer una anciana asesina, para lucir como una bisabuela dulce y cariñosa, cuando tom
mi vida. - dijo con voz suave y fue
l le quedaría mejor. - di
er a Hades, sin terminar de comprender porque Gabriel estaba esposado, pero viendo que Pedro tenía cara de asesino, n
osa. - la corrigió con cariño Hades. -
ir Rossi, hijo de corazón de la santa y la bestia, como era conocido Simón Ross
equeño Amir, ignorando a los demás, ya que estos niños más que primos
o. - aseguró Saimon y
- dijo Amir pareciendo agobiado, pero en el fondo le agradecía a su yerno esos pequeño destell
calma al mayor, sabía que Ámbar y Donato estarían siempre juntos, Felipe vivía felizmente casado con su sicario y Victoria tenía una famil
í poder engañar a todos, pero había un problema, su mente parecía un mar azotado por una tormenta, donde los nombres de Giovanni, Horus y por supuesto Pedro, se mezcl