acia las afueras de Londres. Elijah estaba muy entusiasmad
er su pregunta, otro conductor, él retomó su manejar hasta llegar al lugar más
ÍDO
Estando frente de lo que era el cementerio tiempo atrás, dos oficiales
e como la mismísima entrada al J
hab
e tez blanca frente a él. - Mí hijo. -Señaló a Elijah. -
se puede. -Volvió a decirle el oficia
edo perder esta nota. ¿No sé si me entiende? ¿Alguna vez tuvo qué estudiar
por un momento y el oficial
- Vengan conmigo. -dijo, llevándolos a la parte de atrás en
h y su padre le observaban, pensaban que de eso sería su vida. Tenía que apurars
y el mencionado volteó. -
llegar solo exclamó alegre y sonriente cayendo de rodillas quitan
la lápida que apenas y se mantenía en pie. - Por f
taba a su lado. - No tiene la fecha i
secretos. Es algo poco probable saber cuándo nació o murió, los libros, su historia, ni los escritores saben, ni el busca
ser llamado por uno de lo
. - Ya tienes lo que n
, quitando una gran roca del centro
. No puedes tomar
e diario, quería leerlo y quería saber qué tan buenos o m
ran escombro que no permitía abrir la tumba que solo esta
ntre carcajadas con los oficiales, era muy bueno siendo
mba, su sonrisa desvaneció con lentitu
umba moviendo algunas rocas. - No hay nada.
ndes ratas buscando qué comer. Estaba fastidia
su alrededor buscando otra lápida o, solo tal vez la tumba, era posibl
podía buscar, la noche di
atando de darle ánimos. El dia
aba de alguien de m
aldito diario? -vociferó Elijah, pateando
ntre escombros. -dijo u
oltearon dándo
caban
sita