el aliento caliente de su nariz sopló sobre su clavícula
Ayúdame
os a las personas cuando la escuchaban, cuando Flora finalmente reaccionó, rá
mente las sábanas debajo del cu
no desapareció por mucho tiempo, sintió como si todo su cuerpo estu
ola? Nunca has hecho
e momento, solo necesitaba algo de
vergonzoso, cuando se calmó, tomó una toalla y comenzó a limpiar el cuerpo del hombre. 'No tengo otra
bservar con más cuidado, la piel de Sebastian era fría y pálida, su
. Larisa susurró: "Perdóname" Luego, desabrochó con cuidado e
an se despertaba y descubría que se había atrevido a quitarle los pan
quedó atónita por lo que vio, Sebastian ya no podía caminar, por lo que sus piernas e
ena por él, solía ser una élite orgullosa, ell
olablemente, goteando sobre las rodillas de Sebastian no pudo evitar acariciar la
aban ligeramente. Por supuesto, Larisa tampoco sabía que el co
por las lágrimas de la mujer a su lado en la cama. Ese sentimiento era tan real, Sebastian trató de abrir los
los próximos tres meses, Cuando te
azón tenso, sintió que la voz era similar a la de Larisa, pero nunca había escuchado a
aría por él? Al verlo así, probablemente aplaudiría con alegría, a menos que... ¿encontrara un nuevo propósito? debe se
le hubiera caído un rayo! '¿Qué tipo de gusto tenía la mujer? El armario estaba lleno de ropa colorida, cualquiera que no lo supiera pens
ar iluminarse. Sintió que la señora se estaba volviendo más hermosa, sin embargo, como ama de llaves, no era su lugar mencion
que usarían los hospitales, que se parecían un poco a los tu
do esto?" ella pregu
e para el maestro comer, no dolerá" La cuidadora era una mujer de mediana
l del libro, incluso si conociía la trama general de la historia, no deseaba vivir una vi
familia Cai, incluso hasta su muerte y Roxana Cai, la verd