Julio

A SM

sar saliva se convirtiera en una tarea muy difícil en ese momento. El dolor en mi pecho crecía a cada segundo expandiéndose por todo mi cuerpo haciendo

de mi madre o el pensar que mi padre jamás volverá a recibirme en casa con un cálido abrazo y un beso en la fren

a a mis espaldas-. Tenemos que irnos

io Rose -dije con la voz rota y con algo de rabi

a cómo se arrodillaba a mi lado y envolvía sus brazos alrededor de mi cuerpo-.

es f

a sobre su hombro y permitir que las lágrimas salieran

ue me desahogara sólo un poco, pues sabía que ese dolor y la sen

erte de nuestros padres y para poder levantarse de la situación en la que ahora se encontraba por culp

over. Pero al parecer el destino siempre parecía ir en nuestra contra porque mi prima llevaba apenas cinco minutos conduciendo cuando la lluvia empezó a caer. Yo me limité a mirar cómo el agua go

staba centrada

o a las afueras de la ciudad; el lugar era hermoso, estaba rodeado de grandes árboles que extendían sus ramas sobre el camino, dejando así sus hojas desperdigadas sob

ría la última vez que estaríamos todos juntos. Porque la vida es así, tan incierta. No sabemos cuán

lo a la camioneta. Salimos de ahí a las 11:00 de la mañana, mamá había preparado café par

ntaba era que un enorme camión de carga aparecería en la curva que estaba a unos metros de nosotros. Mi padre intentó estabilizar la camioneta al tiempo que trataba de esquivar el camión, pero no lo logró, el camión dio de frente contra nosotros y yo apenas y alcancé a envolver el cuerp

que sedarme. Cuando desperté por segunda vez, ya más tranquila y consciente de lo ocurrido, la incertidumbre de no saber nada sobre el estado de mi familia me carcomía, pues nadie quería decirme nada y eso estaba volviéndome loca. Estuve así con ese sentimiento por horas, con

é una inspiración profunda antes de abrir la puerta del copiloto y bajar. Después de unos segundos me di cuenta que me había traído a su casa, lo c

ión en la columna y que por tal motivo perdería temporalmente el movimiento de sus piernas, me informaron también que no podía ser posible salir del hospital para ir a visitar la tumba de mis padres por el hecho de que el accidente me había

se sacándome de mi ensimismamiento al tiempo que veía cómo se hací

por todo lo que ha tenido que pasar -respondí con la voz ap

lestia-. Y Chris es inteligente, por esa razón es que ha comprendido toda esta situación al parecer mejor que tú.

ás brusquedad de la que debía-. No digo que sienta a mi hermano como una carga, eso jamás pas

ograrán fortalecerse Al

tía los ojos exageradamente hinchados, pero no podía contener el llanto por más tiempo así que lo dejé salir. Y sabía que Rose tenía razón, que mi

o -solté en

ercaba para tomar mis manos y jalarme en su dire

la movilidad de sus piernas -dije con la voz distorsionada por el llanto-. Yo apenas puedo mantenerme en pie, temo a

perdieran a sus padres cómo para que ahora se pierdan a ustedes. -sus palabras me desarmaron por completo y debía admitir qu

razo para alejarme, limpiarme las lágrimas y po

eña sonrisa en los labios la cual me o

mente la necesitaba. Me sentía muy cansada y tenía los músculos agarrotados, pero en cuanto el agua caliente hizo contacto con mi piel, todo mi cuerpo empezó a relajarse

e encontraba a un lado de la cama, el reloj estaba marcando ya las 4:14 de la tarde –lo cual me di cuenta que había durado dos horas alistándome sólo para ir a dormir– así que con toda la intención de tom