os que separan nuestras bocas e impacto mis labios contra los suyos,
ue seguirle el ritmo y hacer en puños la tela de su camiseta. Debo
ca acariciando a la mía pidiendo de manera silenciosa que dance junto a la suya, y decido correspon
mi tacto, continuo hasta enroscar mis brazos en su cuello para atraerlo más a mí y profundizar más
ervir como si de lava se tratase, nuestras respiraciones están hechas un desastre
hasta sentir su erección presionando en mi vientre provocando que un gemido salga de mi boca; segundos después las alarmas en mi cabeza se disparan y la realización de l
fería a ser amable con él y esto abarca más que amabilidad. «Relájate, solo es un b
autocontrol reunido en ese momento y entonces coloco mis manos en su pecho y s
asta quedar de espaldas a él, y entonces empiezo con la
espalda, pero sé que no ha dicho nada
caro y mis ojos se topan de lleno con esa mirada azulada que se encuentra más oscura que de costumbre y las pup
momento pero la forma en la que me mira sólo me dificulta la tarea, recorre mi cuerpo con su mirada
sos pensamientos de mí y me con
lo que esperaba, así que me aclaro la gargan
pe, su voz suena más ronca-. No tienes ide
de que no me ha tomado por sorpresa, sí que ha alterado nuev
der hilar las palabras, vuelvo a cerrarla.
urmuro-. Lo lam
al auto. Lo enciendo y antes de ponerlo en marcha miro por la ventanilla y lo veo de pie en el mismo lugar, sé que
ada y sin esperar más sa
***
n mi cama mirando el t
los recuerdos se arremolinan en mi cabeza impidiéndome conciliar el sueño. Y es que, ¿cómo hacerlo? Si apenas lo i
me, realmente
alientes que tuve con Jack quien irrumpa en mis
nios suce
mpleta idiota. -me digo a mí misma dán
rás hice una excepción con Jack debido al trato que tenemos con referente al club y a toda esa mierda que él se encarga de vender ahí. Aun así, desde que lo conozco, siempre
suficiente para saber que Zack no es cualquier tipo, y que si no tengo cuidado puedo salir muy perjudicada. De todas formas, tampoco es como si fuese a verlo de nuevo, po
uquearme con mi socio. Y debo admitir que eso me está atormentando
mirarlo de nuevo a la cara, me siento terriblemente avergonzada y furiosa conmi
-D
l que no estoy segura del c
*🍃
de octubr
la sábana, pero la tranquilidad sólo dura unos minutos porque el calor empieza a envolverme y entonces me doy cuenta que será imposible continuar durmiendo. Suelto un bufido y tiro de las sábanas nuevament
su máximo esplendor. Anoche olvidé por completo correr las c
azos por encima de mi cabeza para desperezar mis
a, tomo mi teléfono para mirar la hora y casi caigo de culo cuando la pa
anoche llega a mí como balde de agua fría. ¡Oh, mi Dios! Espero que Jack haya olvidado ese beso por
y empiezo a bajar las escaleras para luego dirigirme a la cocina. No ten
desayuno y después buscar a mi hermano. Y así lo hago, cuando los huevos re
gran parte de su tiempo libre. Esta sentado en uno de los sofás que se enc
año. -digo llam
o coloca un separador para marcar la página en la que se ha quedado. Coloca el libro sobre la mesa de centro que hay fren
-. Creí que h
ar. -miento sólo un poquitín-. Tuve
y la sonrisa que tenía en su
ún problema?
atase. Desde el momento en el que unos ojos verdes se plantaron frente a mí, hasta el momento
esos recuerdos. Trato de recomponerme lo m
demasiado movimiento, y ya sabes, de
n los ojos entrece
delatarme y me pongo de pie, dispu
está listo
u muñeca izquierda y luego diri
ebería ser el almuerzo.
o acuso-. Apresúrate
ara la cena que tendremos hoy con Rose y la tía Marie. Cada d
é cocinar pero ya se me o
del mismo color. Llevo mi cabello en una coleta alta y mi rostro libre de maquillaje, la verdad es que hacerlo me da per
co. Hasta ahora me doy cuenta que no fue una muy buena idea llevar la coleta alta, ya que es demasiado incómodo
adentro en el estacionamiento del lugar y después de encont
e guisantes, un pastel de carne y ¿por qué no? Carne ahumada. Debo admitir que me gusta la cocina, es por esa razón que en c
minutos desde que entré aquí, ¡oh por Dios! Nunca c
s y algunos accesorios que podrían servirme luego y
a poder llevar todas las bolsas y cuando estoy por llegar a la moto me detengo en seco, y por
que no haya pens
, pensando en alguna jodida forma en la q
doy cuenta en qué momento un Camaro ZL1 color rojo se es
de postura intimidante, corpulento, pelinegro y ojos verdes. Baja del auto y al
a ma
que hace que mi respiración se atasque en mi garganta. «Es como un delicioso car