que nada en ese momento. Se inclinó hasta quedar a la altura del cuello de la chica, donde depositó sus labios seduc
atando de alejarlo - No
dirigir su mirada hacia ella - Te necesito más
er
olvidar nuestra salida por intentar arreglar las cosas con Nancy. Tú ere
Steve, no podemos seguir haciendo esto - no sé si lo pueda resistir un
Ayúdame a olvidarla, Reagan. Quiero
la imagen más desagradable y dolorosa que podía apreciar: su mejor amigo sorprendió a Kate White cargándola mientras
a las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos en cualquier momento sin aviso previo
o en Steve, y éste la hab
en la posibilidad de volver en otra oportunidad junto a su mejor amiga. El pequeño pueblo donde vivían no era nada comparado a la gr
en los pasillos de clase, hasta que se percató del semblante de su amiga. No necesitó saber más para darse cuenta de lo que sucedía y adelantándos
a historia - le dijo Reagan tratando de
ondió encogiéndose de hombros - ¿me vas a decir por qué estás así? - le preguntó directamen
susurró en
No entiendo por qué le sigues creyendo, Reagan, cada vez que tiene un problema con
eí que me iba a mirar con otros ojos - admitió avergonzada sintiendo sus ojos cada vez más pesa
cari
a una vez en la vida. Es lo único que quiero - le contó a su amiga, Grace la rodeó con sus brazos mientras calma
saldrás más lastimada. Steve es un idiota que solamente te busca cuando se siente mal, no le importan tus sentimientos - Grace sabía que sus palabras er
e Montgomery, mientras que él continúa con su vida como si nada más importase, com
sustaba, porque ella era consciente de que su mejor amigo jamás la consideraría siquiera como u
ente, sólo faltaba que el castaño se diera cuenta, y ella estaba dispuesta a esperarlo hasta que esté listo. Aunque cada vez la
por la que ella daría todo. ¿Le dolía? Por supuesto, pero más doloroso era pensar en una vida sin Steve. Se convencía una y otra vez de q
nte que Steve la estaba utilizando, que ese chico del cual estaba perdidamente enamorada se aprovecha
e era mejor que nada. Aquellos efímeros instantes donde tocaba su piel y buscaba contacto, donde rogaba por besar sus labios y le prometía que
ejaba de ella, hasta que, como un balde agua fría, demostraba públicamente su excesivo afecto hacia Kate, su novia,
la mierda - le advirtió la castaña m
namoras de la persona correcta - opinó brindándole una so
yando su cabeza en el hombro de la rubia,
n caso todavía exista - bromeó obteniendo un ligero golpe en el hombro como respuesta - Hablando en serio, tienes que ale
e acerca? -
a, pensó la rubia, pero se limitó a acomodar e
, prométeme que será la última vez que permites que ese idiota juegue así contigo. No importa si
bargo, ninguna pudo percatarse del inicio del caos que se asomaba, aquella aparente intra