vivía en el número 14 de la c
nas cosas, encontró un certific
propiedades. Esas casas eran únicas o demasiado valiosas para venderlas. Probablemente, para Joshua, ser dueño de
ton era bastante ordinario. Estaba situada cerca de la estación de metro y del superme
ivienda no seguía el estilo de Joshua, ni le era de utilidad. ¿Por qué la compraría? Confundida, che
cer algo para matar su tonta curiosidad. El día llegó más pronto de lo esperad
o ver cómo un hombre, con un traje negro y una gabardina, descendía del asiento trasero. Antes de que pudiera cerrar la p
gritó en
ista y se percató de la presencia de una mujer de aspect
lidas luces iluminaban su expresión tranquila y relajada. Parecí
a pared reflejaba su cuerpo perfectamente delineado y la cicatriz en su a
de la noche. Se acostó en la cama que era demasiado grande
. No sabía cuánto tiempo había pas
rrastró hasta la mesita de
la saludó una voz masculina desde el otro lado.
de llamadas. Como sospechaba, se trataba de Derrick Ramos. "¿Qué haces al
rio para venir. En las mañanas siempre
n buen punto. Pateó su edredón
! Te estaré
en medio de bostezos. Luego de prepararse
stableció en Cleopatra, eligió el lugar como la residencia oficial de su familia. Desde
ia y el ama de llaves se acercó a saludarla: "Bue
esta mañana?",
tar en la compañía ahora",
ó a casa", murmur
su madre. No tenía que atender una reunión importante por la
tito. Se despidió sin más y condujo con sus exclusiv
eopatra y se especializaba en entretener a millonarios y mujeriegos. Cuando ella llegó, Derrick estaba en una cabina observ
into. Después de beberlo de un trago, se volvió hacia
ón por la que había a
as en serio? Nathan ha desaparecido. Si Joshua de
ecorrió su cuello con un dedo mientra
añía de su mujer e hijo. ¿Por qué no puedo pasar
uieres decir
arle. Los dos se miraron durante un rato hasta que él final
entras se recostaba en la s
iene un
es lo más i
aban pañales y siempre estuvieron juntos. Obviamente, la apoyaría en una situación así. A pesar de que
ta aceptaría a un bastardo? Si la noticia
vez solo malinterpre
os y lo escuché con mis propios oídos. No hay nada
o y lo tragó lentamente. Si bien el sabor ini
e hablado con