resalté terriblemente. Volver a verme en esa casa extraña y lujosa
luna? -preguntó la voz de u
ebía ser la hermana de Mark, porque la recordaba vagamente
bservó ella, al tiempo en que extendía
pareció que abrigarme haría que me sintiese mucho más segura.
on los ánimos puestos en caerle
adie te lastimará aquí. -La mujer su
azo de secundaria. Vi que me habían liberado de mis esposas, lo cual
strada. -puse los ojos en blanco, sabía qu
qué nos faltas así el respeto? No tiene mucha lógica. -apretó
pudo atacarme por el sonido de la puerta que nos interrumpió. Ahí estaba él, Mark ingresó a la habitación con un traje de color oscuro, tirando a un rojo sangre, elegante y pulcro. Lo hacía ver tan gua
de mala gana, quien sabe lo que me esperaba en esta locura. El cambió tanto desde la última vez que lo vi, cuando era un chico
el día. -dijo él, gruñen
sa, la cual parecía enorme y sin fin. En esa habitación, en balcón daba a un enorm
rema. -pedí, porque no había nada qu
a de honor. -contestó a secas Mark,
é. -crucé mis brazos, desde que era una niña no me agrada
isquillosa, mis padre
l, al tiempo en que
e la razón, era imposible que me estuviera pasando esto a mí. No era lógico, este hombre que parecía salido
, pero solo me ignoró. -Si sirve de al
de citas que le rechacé y ya, no comprendía porque le parecía tan terrible y traumático. Me enfocó entre sus
do su garganta. -Necesito que te vistas para una ocasión
lobo. -Yo no iré a ninguna parte hasta que me expliques que es lo que sucede aquí. Mark, sabes q
dió. -Obedece o estarás encarcel
a harta de tanto suspenso. Yo debía volver al trabajo, a mi departamento, a
departamento. -dij
riencia humana atrás. Los ojos rojos se posaron en mí y me derribó
del lobo parecía una especie de veneno. Pensé que me mataría en estos momentos, su rabia era incontenible porque yo
de mis huesos. No logré moverme, de igual modo no ten
sino que sus ojos reflejaban algo distinto. Su pelaje se suavizó, calmando su enojo, al tiempo en que
sol que entraba por la ventana. Acaricié su lomo despacio, él lo permitió. Desde esa perspectiva, se veía tierno
os segundos, cuando él volvió a su forma humana
ara. Ya me has hecho enfadar. -so
, tan elegantes que parecían sacados de una revista de época. Un vestido rosa claro con bordados tan pequeños, invisibles de flores delicadas. Unos zapatos
o en el estómago de emoción por ese contac
o, ese rasguño. Sin embargo, aquello lo hizo sentirse mal y arrepent
este mundo de bestias y mi pasado, que era lejano y mi falta