legamos en una enorme camioneta azul, que condujo Mark, haciendo que me s
e alta alcurnia, de lo contrario esta vestimenta quedaría fuera de lugar. El tambié
de las manos, a pesar de que el seguía odiándome. Las personas allí nos observaban, murmurando p
do estuvimos ubicados en una mesa. El buffet ofrecía una amplitud de platillos y pude e
valiente. -dijo una joven
aba comportándome de un modo tan inmaduro. La mujer era de cabello liso y claro, con los ojos castaños y gran
ió Mark. -Su
trevió a rechazar a un alfa. -arrugó la nariz d
mos juntos a la escuela. Sonreí al ver que no les hacía caso a sus intentos de coqueteo. Noté que los presentes
a comida, buscando también
real pena, pero no hay que hacer. -puso los ojos en blanco. -No estarán contentos y lo
a unos minutos quería marcharme para siempre de este loco mundo y ahora hasta pensaba en casarm
asi en susurros, sirviéndose una copa. -Ell
menos tres alfas que han olfateado tu debilidad e irán por ti. -Susan
-Mark frunció el ceño con severidad
pero el bullicio de los demás impidió que siguiera ha
recía ser el más rico de la reunión, porque reconocí una marca
ía imposible convivir con humanos en armonía, y mucho menos no pelear entre nosotros. Los lobos siempre hemos sido territoriales, pero hemos dejado eso de lado para prosperar. Bueno, basta
ar, todos allí eran lobos, el discurso de bienvenida de ese hombre lo había confirmado. Lo cual significaba que mi vida esta
marca la tradición, la ceremonia se realizará en la morada del lobo, el lugar donde nuestros antepasados también celebraron
cura y ya no sabía cómo disimular. Me mordí el labio para no gritar y cuando
a bailar. Una mano de detuvo, tomándome por el hombro con firmeza. Lo vi cuando giré mi cabeza. M
lcriada. -dijo al tie
que nos estaban mirando fijamente. Bailamos juntos
to no tiene sentido. -susurré,
ía a salvo, a pesar de que era un monstruo, un l
esperanza para ti de sobrevivir. -respondió en voz baja, acercándose a m
de un modo tan rápido que p
ecias, pero quieres casarte conmigo. -una lágrim
Eres la última persona que elegiría, no tienes nada bueno para of
gil con sus movimientos y disimulaba a la perfección mis ansias de escaparme de ese saló
a de las otras parejas presentes. Yo me serví el trago por mi cuenta, buscando acla
segundos. Buscaría disimular para que Mark creyera que aprobaba la idea de casarnos. Aunque claro, e
ella ponía su mano sobre su hombro. Incluso mis mejillas se enrojecieron y ella soltó una r
es sincera. Ya los conoces. -La voz de Susan
con fastidio Mark. -No tienes que a
r su hombro. -Es que te aprecio tanto que no me gustaría verte muerto. Sabes como es este
paciencia. Extendí mi mano para buscar uno de los pasteles de atún e hice como si fuera a comerlo. Fingí tr
nr
, es que amo estos pas
el contrario, él incluso soltó una risa disimulada y luego volvió a su ser
que la mayoría. Los lobos estaban tranquilos, pero s
na tumba de secretos y no mostraba amabilidad conmigo. La gente comentaba sobre nuestra boda,
peligro rondaba tan cerca de mi y yo