eces que quieras? - Dominick ya estaba visiblemente molesto, mientra
de ellos, Dominick estaba al frente y Diane a espaldas de él - Voy a habl
bido para Franco, que inmediatamente supuso que Diane estaba protegiendo a Dominick, aunque a quien la mujer estaba protegiendo
ción tan grande Diane, te amo, y te amo locament
no con un aura de total superioridad - La Gaviota es un Terreno privado que m
las palabras de Dominick era ve
ar con él - S
de una orden mía, no voy a permitir que estés cerca de él, menos de noche, mucho que
ón impregnada en su rostro y en su voz, y aquell
sustó a Diane que no sabe de qué es cap
mujer es mía, es mi pr
mis subordinados te saquen como perro de aquí, t
ranco expresó aquellas palabras, Dominick se había dado la vuelta para dedicar una m
le había dicho que ya no estaban comprometidos y que no quería volver a verla en su vida allí estaba por delante de ella, pero cada vez con la mirada más decepcionada. - Bien, muy bien Diane, que lástima que no q
paldas habían llegado, claramente para llevarse a Franco de allí, pero el hombre no iba a permitir
s nada - Mur
omó de la barbilla, Diane ejecuto un pequeño movimiento
temprano, no podrás impedir aquello
obrar con tu cuerpo, con tu piel ardiendo en mis manos - Diane no pudo seguir sos
movilizó inmediatamente de espaldas a él, la piel de su cuello era tan suave, su
l abdomen, pegando fuertemente el cuerpo de ella al suyo, esas
nero que quieras hasta podría darte toda mi cadena de Hoteles a cambio del m
que me den aquello que quiero y es dos herederos, la vida de tu madre por la vida de mis hijos, es un trato sencillo, bien puedo buscar un vientre subrogado, pero para que si les tengo a ustedes que están utilizando de mis servicios acerca del conocimiento
El frío había empezado a caer, Diane tenía una rop
, no tendrás las agallas para hacerlo, y yo tengo el poder para quitarlos de tu protección, pero te daré
una habitación, aunque Diane forcejeó bastante cuando Dominick la soltó ya la colocó en la cama, el homb
us manos empujan el pecho de él, pero Dominick posa sus manos en su cuello, y profundiza el beso, un beso al cual Diane no pudo resistirse segundos después de hecho olvido a resi
n de los labios apetecibles de Domi
era ronca, y su mirada destila b