de todo, lo desconocido es si
reverberaban en cada célula de mi cuerpo.
a de la llegada de la ayuda. Quería y necesitaba subir a bordo, pero tenía miedo de encontrarse
atos y tirarme en la cama. Sin embargo, no
verla vibrar de felicidad por la noticia. La encontré en la cocina, sentada
te y envolví sus hombr
e precedido por un prolongado
levantó y
ida, estaba aprensiva aquí. Incluso n
nía po
Enya no se moles
mis labios, la misma que me llenaba las entrañas. - Patrick Ferrari, director general de una de
lina emuló la mía. Sin embargo, de repente se a
pero ¿no te parece rara una
do ganar mucho, así que te garantizo, Melina, mañana a la hora
an día fue una de las m
s de Enya, ni a la sonrisa diabólica de
s, Melina estará fuera de esta casa. Tenga la seguridad
ia hora. Si no hubiera sido por la cálida anticipación del día siguiente, me habría
bles para mí. No sabía por qué, y estaba demasiado cansado para buscar la raz
rte y una virilidad que haría estremecer a cualquier mujer. Aunque sie
cuerpo, su olor, su voz profunda y sensual. Era el modelo de masculinidad y poder, era la personificación de un sueño
ia que sentía, tardé un rato en darme cuenta de que el ruido provenía del despertador. Toqué
lo que había visto en Google Maps, la sede automotriz estaba a poco más de una hora de mi casa, así que
ndí el interruptor y, un poco mareado, me dirigí al baño. A pesar de haber dormido
gro y una blusa verde. No tener el armario lleno tení
un rubor casi imperceptible en las mejillas. No impresio
unque no parecía un edificio de oficinas. Era más como un hotel de lujo, con azulejos de cristal transparente cubrien
Era como si me hubieran atado pesadas piedras a los pies, impidiéndome avanz
e daban acceso al interior de la empresa, pero tenía razón Patrick
scensor, y luego de llegar a la azotea del edificio, me indicó que esperara sentada en uno de los cinco sillones de cue
mes sobrios, estaban escribiendo en computadoras ultramodernas. Me sorprendió que no hubiera obj
que en unos minutos me recibiría el ejecutivo.