enía seis años. Recuerdo que mi madre simplemente tomó sus cosas y sin decir adiós salió tras la puerta blanca de madera. Fue en v
la vida de ama de casa. Si
a su suerte. Fue una cosa realmente tri
s y ganar una beca para ir a una de las universidades más prestigiosas de la ciudad. Para mi suerte logré estudiar publicidad y salir adelant
más que yo quisiera, esa competencia me alc
s y por ello, creí que para mí sería igual. Sin embargo, esos cuentos solo me hicieron darme cuenta que las princesas también llevaban la vida d
cuentos ocultan, la realidad de ser adulto, la realidad de pronto ser la reina d
r completo. Trabajando en la empresa que había fundado con sangre, sudor y lá
podía creer que hicieran esto de nuevo. Era la quinta vez que nos cancelaban este me
vemente y ella simplemente a
ué solución darle a mi empresa. Tenía gente trabajando para mí y no podía dejarla sola y desampara
argo, t
a. Austin Jones, el director de la empresa, era el hijo más joven de la familia, apuesto, inteligente y capaz. Sin embargo, esos solo eran los rumores que había
o que nadie le tomara una foto desprevenido,
algunos contactos que había logrado hacer en la universidad, me informaron que Austin Jones buscaba una nuev
abía salido e
pude obtener una cita formal, decidí cola
s de forma "casual" con Austin Jones, aunque debía buscarlo ya que no sabía muy bi
que llegaba un dedo arriba de la rodilla, mis tacones y dejé
pa, elegant
ar un taxi que me llevara a la fiesta organizada en el hotel Lapton. En m
s como yo, eran famosas y ricas. No
co y unos enormes ventanales en forma de arco. La gente charlaba y se re
te de cabello negro y alta de lo
Sin embargo, terminé topando con un hombre y mi vest
as? - Me alzó la vo
isc
? - Intenté mantenerme calmada, per
e idiota. El hecho de tener tanto
uria. Yo no aparté la vista y lo miré con mucha i
ía su cabello negro con algunas canas, arrugas leves a los lados de sus ojos y una elegancia que jamás hab
todo bien. - Hab
i soy grosera, pero él me regó bebida en el v
ujer lo interrumpió
uele ser un poco temperamenta
M
mabas personas y el hombre frente a mí soltó una disculpa dejándome perpleja. ¿Acaso este era e
nes? ¿El CE
a educación querida. Siento mucho el comp
sintiéndome avergonzada. Yo tenía razón, Aurora era