e, antes de ir tras su compañera, Damian tenía al destino de su lado, dispuesto
arse, agarrándose el pecho, sin fuerzas para seguir caminando en ese momento, conmoci
oz femenina, y extrañamente familiar,
nte, renunció a ser fuerte. Era ella. Beatrice estaba de pie frente a él, preocupada
la repentina admiración,
con cara de tanto dolor que no había forma de que siguiera adelante sin ofrecerle ayud
nsión vampírica. Ella lo recordaba, no podía olvidarlo, no cuando apa
us sueños, al darse cuenta de que el hombre se había quedado mu
se encontró cogiéndole de la mano y tirand
. - dijo Beatrice cuando llegaron a su coche. Abrió la
me? - preguntó Damian, en
an con un idiota... No me parecía bien se
rancando una sonris
egundo que pasaba frente a Beatrice, respirando su dulce aroma, y tuvo que admitir
- preguntó Beatrice, sentad
o. A pesar de lo que eran, de lo que habían llegado a ser el uno
un vampiro. - terminó respondiendo, viendo el
pelig
ra temblara por la diferencia de temperatura, pues ningun
mas con los propios vampiros
llamarm
an s
rice es mucho m
él la vio sonroja
siado tarde, ahora que sé lo que acecha en la oscuri
que intentarlo. Al fin y al cabo
dad, contra los vampiros que están en la oscuridad.
é harías
que q
ra averiguar si realmente v
de contener su rabia
udiera huir, la metió
ara asegurarme de que esos idiotas cumple
le! T
s a los vampiros que, a pesar de todo, había
ás acompañar
se puso el cinturón de seguridad, arranc
dos en silencio, con el único son
e de su padre, Damian por fin vo
nseñarte dónde vivo? - d
quien quiera, Beatrice. No habría ninguna difer
o? ' Pensé que no funcionaría.
soy co
has in
que se dio cuenta de que no lo había int
venir conmigo cuando no era nece
ó alejarse de ella, solo para ser golpeado por un dolor,
a se había dado cuenta de que Beatrice Flowers
acercándose a él y abrazándolo. Damian se di
confesó Damian, derrotado, sintien
la cara, se dio cuenta de que por primer
eciendo luchar co
e. - preguntó él, vié
ero lo sorprendió empezan
o. No me quie
o yo y tú te v