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Historia
El Valle Oculto

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Capítulo 1 ¿SOLO QUEDÓ UNA NIÑA

Palabras:1684    |    Actualizado en: 10/09/2023

lla, decían que era una niña muy hermosa y a la vez misteriosa, y era cierto: su cabello rizado de color ne

ía mucho, siempre le preparaba sus comidas favoritas y no le dejaba salir más allá del gran jardín, debido a que es lo más preciado e importante que tienen. Ellos siempre desearon tener hijos, por eso, cuando

gas. A la niña le gustaba mucho leer y escribir sus pensamientos, que por cierto, eran sabios, escribía breves historias con moralejas para la vida, y después se las mostraba a su mamá, papá, institutriz, empleados y sirvientes, ya que eran las ún

añana despertó malhumorada, y más

se enfriara mi desayuno? –se preguntó a

ión a buscar algo mejor en

acerca de lo que sucedía y tampoco su mamá fue a verla. A medida que avanzaba la mañana, Jennie se sentía cada vez más sola; se dirigió al jardín

mente, en particular a su madre, a quien siempre admiraba, era una mujer alta, pelirroja y muy hermosa, de grandes y sonrientes ojos marrones. Sus brillantes ropas parecían flotar y a Je

seria la situación?

ra García. Hace dos semanas que ustedes debier

nnie se retor

–. Sólo nos quedamos para asistir a la re

que provenían de las habitaciones de los sirvientes y em

es sucede? –pregunt

en–. Y por los ruidos yo digo que es

ió?, ¡ven conmigo! ¡Ven! –dijo, y cor

as personas morían por cientos. La institutriz se había indispuesto durante la noche y su muerte fue la causa del lamento de los sirvientes y empleados. Antes de finalizar el día, falle

años sonidos. En un momento se deslizó hasta el desierto comedor en donde quedaban restos de comida. El desorden de las sillas y platos indicaba que, por alguna razón, alguien los había empujado al levantarse de improviso. La niña comió algunas frutas y galletas, y como tenía sed, se sirvió un vaso de jugo Del Valle que estaba allí medi

se sentía mal y algo vacía, ya que esa muchacha era su amiga y maestra, como la hermana mayor que nunca tuvo, habían pasado muchas cosas extrañas para Jennie, al punto de que ya no se sentía segura. Jennie lloró, y se preocupaba por cómo estarían los demás, principa

ilenciosa. Repentinamente escuchó algo que se arrastraba bajo la cama. Se dio vuelta y vio des

contrario, más bien parecía querer salir cuanto antes de la habitación. Y

–se dijo–. Es como si en la casa no h

hombres que entraban en la casa hablando en voz baja. Nadie salió a reci

ó nadie aquí, creo que la niña también se fué,

ja, no sí, la van a dejar aquí

el entrecejo fruncido y lágrimas secas en sus ojitos porque estaba empezando a tener hambre y a sentirse abandonada. Uno de los primeros en descubrirla fue un o

–. ¡Dios mío! ¡A

la dej

mo te llam

o al preguntar "¿¡Sí la dejaron!?" Enfrente de ella–. Me quedé dormida cuand

lviéndose a su com

a"? Debemos llevar

–preguntó ella con una expresión confundida y muy tr

nnie pensó que parpadearon com

amó Víctor–. No ha queda

ntiago, se le qued

an muerto durante la noche y los habían sacado rápidamente de la casa. Hasta que uno de los ho

a carta, segurament

o que vivir una noche tan fría, pero no te preocupes más, tu padre y yo estamos bien, iremos a Mérida, y tú tam

por nada del mundo se olvidarían de ella, la habían dejado sola porque hicieron contacto con varios enfermos y no querían co

se encontraban más qu

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