a de mi y mirándome como sé que que le gusta. Es como si hubiéramos vuelto a los ti
de Ivanov. Decido darle la medicina de los celos a Ian y
ventanas. Todo el suelo alfombrado en negro contrastando con el
úgubre como la mafia misma, un tanto gótico y erótico a la vez. Hay mujeres bailando en jaulas ambientadas con tubos de metal pa
o la palabra en mi mente -...peculiar y elegante
mafia rusa -explica indicándome el
vería a su
me da la vuelta para abrir conmigo el baile -
ro me refería a una par
co a poco los demás se unen a nuestra acción hasta que la
mi corazón -masculla mirando algo detrá
ncanta, Ivanov -conc
o es para nada u
hombre tan guapo no tenga
-me da un giro y vuelvo a
coqueteado en mi vida. No voy a emp
magino en alguna esquina intentando pasar desapercibido mientra
ción política -se va directo al tema -. Propongo que empecemos a colaborar en dos días. Usted desde la cámar
enemos al parar la música -. Tengo que reclamar la posición de m
men
necesito decir siquiera algo. Pero...aún tengo que jugar con Ian y de momen
ré su l
y bailes sensuales que provocan a mi marido, donde sea que esté escondido. Está claro que lo está pasando en grande cuando n
o sin alcohol y salir hasta una terraza donde ver las estr
quien es y me encantaría que Adhila estuviera aquí para ver su cara cuando apa
edar ahí, sol
dos sobre el muro de piedra antigua. Él se pone contra el marco de la puerta y me ob
a...Hace semanas que nadie me toca. He estado viéndote por un rato y tu aura oscura me recuerda a algui
se destape su identidad pero como no lo hace le prov
ue el olfato y me sonrío al oírlo mascullar algo en ruso. Me pongo con
ya estaban bajo la tela cuando sus labios se abren ligeramente y sus manos se vuelven puños ansiosos por apret
s y hagas tuyo mi placer. Mi cuerpo será un templo que dejaré que disfrutes y veneres y al final de todo estaremos en
llas se marcan de lo mucho que aprieta los dientes y a riesgo de que se vuelva en mi contra por los celos, me quito la ropa dejando por completo mi cuerpo desnudo. Le h
te para que otro
anzando a toda velocidad tomando mi mandíbula, girando mi rostro has
ombre que ya murió. Nunca más nadie me besará. Él me dejó y aho
otro lo que pida pero ni siquera Ian volverá a tener todo de mi porque me ha dejad
ica que ha picado el anzuelo y está d