e encontraran con las calles llenas de charcos. Cuando intentaba
ita y tan fresca
pantalones largos porque sin
mo soy -me hizo ojitos y yo no pude evitar lanzar una pequ
tención, no comprendía l
eran de Ledesma -asentí-. El mismísimo Horacio se encontraba ahí, te vio
a, no -q
ad-. Al menos una vez en tu vida deberías probar los placeres
so qu
mo brillaba un collar
a a mí pero yo doy un paso atrás-. Por favor, ace
o esa clas
so, pero solamente te pid
o te lo
dio un r
Rosario, fui mandada obligadamente a darte est
uardo en mi bo
es que nunca me interesó hacerlo, yo q
lo que hagas, prácticamente vive en su burbuja de que ser humilde es igual a pobreza, y ser pobre es ser honrado con lo que uno tien
no me
-puso sus manos en su cintura
s. Hace años que estás acá, y me hablás de salir de este b
ermanos y yo no vayamos a parar en la calle. Además aporto un poco para un departamento lejos de acá, también ot
mientras yo me quedé pensando unos segundos en todo lo que
nto de otros colegas con los alumnos, al final tuvimos un refrigerio entre nosotros, la reunión solo duró 1 hora, ya que tendríamos una reunión con los padres. Cada profesor tenía una mesa afuera del
ptarlo -negué de manera educ
ue acepte, le vendría muy bien a mi hija, como le dije hace un año que transitamos un momento difícil, cuando me divorcié de su papá y que luego él
o sé qué
uplicó y me m
o y luego asentí -. Encantada de
nuestro hogar, profesora
*
egante a esta cena. Me puse una falda tubo de color gris, una blusa negra con volados en las mangas, y unos tacones del mismo tono. Mi cabello lo dejé como estaba, lacio y suelto, me puse un poco más de maquillaje de lo
o, es cenar con personas con mucho dinero. Esta casona era realmente enorme, se encontraba arriba de una col
a me vio y preg
i, profesora
ingresé al terreno. Caminé unos metros para llegar a la entrada, justo cuando
ofesora. Me alegr
s muy linda con ese vestido ver
e un color crema, muy altas por cierto, y un
onriendo que también se encontraba con nosotros, y luego posa sus ojos en mi, tení
a mano para poder darle un apretón de manos,
rme un beso en casa mejilla... no era para nada agradable este m
i tío, Abe