a ponerme tacones, pero los llevaba en el bolso para ponérmelos en el trabajo, por suerte mi novio Mariano tenía unas botas especiales para que
ato de mantenerla alejada de mí, somos amigas por supuesto, pe
ina hacía mí mientras mueve sus caderas
verdad el frío de la lluvia hizo q
reglar bien su techo, me aleg
llegó un auto... Pero, ¿y eso? Son
s que hay por acá, ella está vinculada con personas muy pel
tiempo, y al parecer más rico. Se dio cuenta que estos trabajos son más fáciles
para qué más. La a
a, por eso los millonarios e
se me va a h
mano. Ella entró en esto cuando tenía 13, dijo que un trabajador de ellos le ofreció unos pocos pesos, pero era demasiado para una chica pequeña e ingenua, y se dio cuenta que su patrón e
ario! -me dice a lo lejos y y
realmente quiera pasar la vida con él. Planeo irme de acá, no me ato a mi madre ni mucho menos a un novio, por algo he seguido estudiando y queriendo ganar mi propio dinero. Paola me decía que si se puede ganar siendo un pro
vo 6 meses trabajando en la escuela y todavía no me dan mi recibo de sueldo, ni un pago, sabía a lo que me metía, me dijeron que tardarían en pagarme, pero es demas
adas, este es el momento en donde aprovecho para ponerme mis zapatos negros con pequeños tacones, y limpiar
to, no me percato que al abrir la puerta choco con un sujeto, mi cara se estampa contra su mentón barbu
ento! -exclam
a los míos, mi mente da un
o, Rosar
í, e
Ab
oy yo
ve muy contento, sin embargo siento su aroma, tiene el mismo perfume de siempre, esa fragancia
que estés trabajando, era un
iviendo en
onto te aparecés a medio año de terminar e
rar su perfecta dentadura
. volví, y vine a d
sob
eto al sexo, Rosario, la verdad es que sie
ir las cosas, las decía sin culpa, sin que su piel sint
o haber salido de mi boca
bien de salud... muy s
as cosas acá -miro hacía todos lados revisando que
trando que sus dientes son lo m
más. Pero tenemos tanto de qué hablar,
retirar a
rio, Rosario, tenemos mucho de qué hablar, segur
, necesito muchas explicaciones. Nos vemos después del mediodía, porque tengo que quedarme por una reunión y hacer o
cho de que se viera demasiado atractivo. No puedo apartar mi mirada ante su descenso po
egro d
y estúpido niñito qu