casa y en la pequeño sala de la casa, tenían ésta conversación; el padre d
hecho ese tipo de promesas, no tenemos propiedade
iel o Nathan, al final seremos familia, quiero pedirte disculpas, por las promesas que antes no te cumplieron
ocen? - dijo Christoph
nas horas pap
que va a casarse contigo?- pr
su asiento y respondió
o tomando la mano de Charlotte- yo asumo la paternidad, a cambio de que ella sea mí
sa, no es la primera chica qu
risa, porque si no pierdo mi herencia-
Christopher- lo que no entie
sto de acuerdo, ella es mí esposa y me ayuda a salvar mí herencia y yo a
l niño?- dijo el padre de Char
á mío! ¡Le daré mí apellido! ¡Crean
mativamente y el
staba estudiando, solo que no pude seguir pagando, yo estudié Contaduría, pero no
ce tarde, mañana muy temprano nos ocupamos de acelerar el proceso, para lo
!- dijo C
is como si fuera un viejo amigo, ya en l
s, espero que de verdad seas sincero con lo que me has c
te vea unida a mí- dijo él- no soy un dechado de virtudes Charlotte, pero tampoco la bestia que proclama mi ma
enes idea de lo terrible que hubiese sido nuestro destin
madas perdidas de Austin, también un mensaje de audio, lo escuchó, le preguntaba sobre su embarazo, no le iba
convencer a su mente y corazón que Nathaniel sería ahora el padre de su bebé, solo esperaba que éste cumpliera con sus promesas. Sentía t
aba su casa allí había vivido con su madre hasta que ésta falleció cuando él tenía diecinueve años, un año más tarde
de su padre, había heredado un buen olfato para los negocios, así que pron
tía que era atarse y a él le encantaba d
ntre ellos, pero poco más de un año ella lo sorprendió diciéndole que se casaría con su hermanastro, fue una gran sorpresa para él; su padre aprovechó para co
un día enfermó y el deterioro de su salud fue rápido falleciendo irremediablemente, a la
l hombre que estuviera al frente de las empresas debía estar casado, y en eso Benja
nte heredero de todo el emporio empresarial de los Hastings y eso él no podía permitirlo, éste hombre era un ambicioso, le
dos no eran buenas personas. Al llegar a casa esa noche los vió sentados en el gran salón, Emma con
s metido?, te he hecho varias llamadas y n
se contestar, estábamos poniendo fecha a nuestra boda, como ves me ocup
e, pero sin mirarlo, en eso
me voy, a mí no me esperen, saben dónde estaré, cuidate chiqui
ndose hacia Nathan- esa si que es una noticia sorprendente, también me alegro, vamos a
hubiera sucedido, ¿verdad? - d