zón roto, caminó despacio hasta el enorme santuario que se había creado en el centro del palacio imperi
eroso clan gobernante. Sus muros estaban construidos con enormes rubíes perfectamente cortados que emitían un intenso resplandorestros dragón. A su alrededor, pedestales de ónix rojo sostenían tesoros sin igual. Majestuosas estatuas de oro rojo de los dragones a
puesto de baldosas de mármol rojo que formaban intrincados diseños. Todo en perfecta armonía con el tono carmesí que teñía cada rincón del santu
lan de Cobre, con
an del Agua, con pa
n de Plata, revestid
lan de Oro, forjad
os Dragones Cobrizos, con
entaba, distribuidos armoniosamente en un círculo cromático alrededor del santuario
no podía ser movida de su montaña donde residía su clan. Era un humilde santuario con algunas esmeraldas incrustadas, que simbolizaba el vín
l central reservado para los gobernantes, ocurrió algo extraordinario. El suelo de bal
strales fluían a través de aquel intrincado mapa luminoso, inundando el recinto de una mística aura multicolor. Los rubíes del santuario central fulguraron con más inte
través de aquella red de luz roja que ahora cubría todo el suelo del Gran Santuario. Un espectácu
un grave error por desconocimiento del funcionamiento de la gran piedra madre esmeralda. Al pasar imprudentemente todos los po
comprendió la dimensión de su equivocación. ¡Había rechazado a su propio clan! Ahora imploraba el perdó
oz quebrada-. Cometí un error imperdonable, pero mi corazón jamás dejó de pert
frente a la fría gema verde, rogando por una segunda oportunidad, recordando con añoranza los cálidos
eralda comenzó a brillar tenuemente hasta que, de pronto, un poderoso rayo esmeralda surgió de su interior. Lotha contempló mar
fusivamente, derramando lágrimas de alegría por tener nuevamente a su padre con ellos. También estaba su ama
los príncipes entre sollozos, aferrándo
espondió Lotha con la voz quebrada por la emoci
dor con temor-. Nadie debe saber que utilizaron a la madre esmeralda para t
ndose cautelosamente a su esposa, quien retrocedió unos pasos miránd
estuosa gema ancestral le dio la respuesta, lanzándo
ero ella aún está dolida por tu traición -explicó el príncipe Lothmer apenado-. Mamá, co
n hacer eso? -cuestio
iéndose en su centro y transportándolos a una dimensión aparte, aislada, para que pudieran conversar sin i
es árboles de troncos plateados y frondosas copas verdes que se mecían con la cálida brisa. El cielo tenía un tono verde pálido surcado por nubes esmeralda que dejaban pasar los rayos de un sol ver
tó a su lado. Por un momento ninguno habló, solo se escuchaba el murmullo relajante del agua. Elenita lo miraba con ojos llorosos y finalm
que luego Dustin me devolvería el poder y ya. No supe cuidar ni valorar el extraordinario vínculo que compartimos y la dicha de pertenecer a tu lad
os, queriendo creer en sus palabr
ias que puede traer esta locura que has causado. La madre esmeralda está furiosa, siento su ira recorriendo cada vena
pie y la estrechó
raremos la forma de calmar la ira de la madre y recuperar su confianza.
legítimo príncipe heredero. Pero la madre esmeralda no ha aceptado a su esposa Thalia. Aun así, no veo en Dustin deseos de renun
mprendía por qué su hermano Dustin que nunca q
lda. Y en cuanto a esos ambiciosos del consejo, no les prestes atención mi amor. Tu lugar está aquí, a mi lado. Hallaremos la forma de recuperar el favor de la madre esmeralda, ella comprenderá que nuestro amor es sin
de seguro un día la madre esmeralda se daría cuenta, asintió, secándose las lágrimas. Aunque era muy d
o lo es, me siento tan sola
tarnos dentro de la madre esmeralda? Nadie había hecho eso antes. Ahora entiendo por qué ella te dio los po
o que me siento abrum
ntigua reina, la madre de Dustin, gobernó sin esposo por muchos siglos. Tú puedes hacerlo también
Con ustedes a mi lado podré sobrellevar esta situación. Gracias por recordarme que
e la fuerza interior de su amada. La besó con v
a reina, puedes elegir a tu esposo, h
eres deci