tomado la decisión correcta al aceptar la propuesta de Gabriel. ¿Realmente quiero ayudarlo en su problema hasta e
preocupará por mí. Por otro lado, temo las consecuencias de revelar la verdad. ¿Qué pasará si mi padre se opone rotundamente a esta decisión? ¿Podré convencerlo de qu
ustada, bajándome de
y por qué están dando este espectáculo en
l corre por él? En medio de todas estas dudas, mi corazón sigue latiendo acelerado. No sé cómo manejar esta situación complicada y
saber qué hacer, pero me toma de la mano c
a de decirme que voy a ser padre -dice Gabriel, c
l me mira con una sonrisa en su rostro, como si est
os de escuchar. Gabriel aprieta mi mano, tratando de transmitir
n una mezcla de incredulidad y preocupación en su voz. Ahora mismo,
fundo, y me enfrento a mi papá, pensando que, si ya me metí en este
mi novio me pidió, que me casara con él maña
preguntó ni dudó nada, algo que me llama la atención y lo miro en lo que sigue gritando. - ¡Nada de en una semana,
uto con Evelin! -Contesta
la casa! ¡Evelin
e estará esperando en la casa? ¿En qué lío me he metido? Gabriel y yo, soltam
a, hasta que me giro hacia Gabriel, que está agachado también as
é esa locura! ¡De veras no lo sé! ¡Todavía mi cora
sa se han calmado un poco, sé que mi papá puede ser intimidante, pero también sé que es muy bueno y nunca h
a creíble para contarle a mi padre. Él es muy inteli
creer que le haya dicho eso -responde
azo. ¿Cómo se le ocurrió esa idea? Aunque debo admitir que pudo haber sido el factor decisivo para evitar que mi
n nudo en el estómago al pensar en cómo convencer a mi p
tra historia si no vivimos en la misma ciudad? -pregu
para pensar en una respue
ción a distancia y decidimos que sería mejor para el beb
engo mis dudas sobre cómo mi padre reaccionará ante esta explica
con mi padre -respondo, consciente de
gunta, tratando de encontrar una conexi
e, estuvimos una semana allí -respond
vivo en Italia! -
favor, dime que vive
vo en Roma -responde G
trabajo. Espera un momento, tengo las fotos
e allí. ¿Tiraste las tres monedas? -pregunta
cerca de la Fontana di Trevi. -Es una tradición que no podía perderme. Dicen que si lanzas una moneda, volverás a Roma; si lanzas do
de un modo diferente y bajo mi mirada. Lo vuelvo a mirar, ambo
a historia está tomando forma. Podemos de
e nos conocimos allí -est
ra, y nos hicimos novios -sigue desarrollando nuestro noviazgo en
stra historia inventada. El se ve tan diferente aho
enojado. Pero al menos tenemos la Fontana di Trevi como un recuerdo especial de n
s perf
casa. Así, cuando pregunte, podré decirle que estabas conmigo todo el tiempo. Cuéntame un poco más so
y hijo único -r
tu apellido? -pregunto, tratando de recop
te, mi madre falleció en un accidente automovilístico cuando tenía catorce años, y mi padre murió hace do
do esto en nuestra historia. Aunque es triste lo que ha pasado en la vida de G
allá -dice, señalando hacia u