e vista
. Hace unos días, pude ver el partido de surf de Ryder por primera vez con mamá y Peter
itiendo. Y ese momento en que regresó a la orilla; se levantó de las aguas de abajo, sus pantalones cortos colgando bajo, su c
arecían muy felices juntos, toda la preparación de la bod
o pasaba el tiempo principalmente en su garaje, trabajando en sus tablas de surf y todo eso. También me di cuenta de que
él me atrapaba cada vez que lo miraba boqui
a televisión. Estaba comiendo cerezas secas, bocadillos saludables, por supuesto para el atleta, cuando de repente se volvió hacia mí y me dijo: "¿Sabes lo que estaba pensand
de hermano-hermana no es
* * * * * * * * *
vista d
n ella. Claro, he pensado en las chicas antes. Pero pensé en sus pecho
la hacían sonreír o en las que la hacían reír. Empecé a escuchar canciones que le gustaban. Empecé a notar pequeñas cosas extravagantes sobre ell
uando lo estaba, vi la piel expuesta en sus caderas y espalda baja, y su pequeña ropa interior rosa estaba subiendo. Hice un comentario sobre cómo vestía de rosa hoy. El
unto de ser mi hermanastra,
ñana, debería terminarlo por la noche. Me tiré en la c
* * * * * * * * *
repentinamente reseco. Así que bajé a la cocina, agarré un vaso vacío y lo
s ojos apenas estaban abiertos. Caminó a mi lado y se volvió hacia la nevera. Abrió la nevera y se inclin
n cerca de mí, mi cuerpo se tensó de inmediato. Cogió un cartón de leche, cerró la puerta del frigo
a ella, envolviéndola por la espalda
je en voz baj
" susurr
rostro en su nuca y rocé ligeramente mis labios sobre su piel.
" dijo d
ojos; ella me deseaba tanto como yo la deseaba a ella. Estaba a punto de decir algo más cuan
ría empujarme y abofetearme en la cara, podría golpearme la cabeza con una sartén, o incluso podría p
su lugar y la otra sostenía su rostro suave. Dejó que su mano libre viajara a la parte posterior de mi cabeza y comenzó a acariciar mi cabello. A me
scapar un pequeño grito ahogado y aproveché ese momento para deslizar mi lengua en ella
hizo sonreír. Luego pasé a empezar a besar su cuello. Vi unos leves moretones allí y apreté la mandíbula. Besé todos sus moretones, voy a
de su pezón y ella comenzó a retorcerse. Sus gemidos se estaban volviendo demasiado fuertes y
a más y más a mí, aunque no había más distancia entre nosotros. Sentí que me endurecía, duro. Ella también lo sintió mientras se estremecía ante el contacto. Pero no nos detuvimos. Puso su mano en mi espalda ba
sus uñas se clavaron en mis hombros. Tenía una mano detrás de su espalda para mantenerla en su lugar
¡ANILLO!
era un sueño. Estaba jadeando y nervioso. Podía ver mi
cabeza. Joder, realmente
inua