mos con mucho sueño los dos, por eso decidimos encerrarnos en la habitación a
s vi que mi marido me tenía prisionera de sus brazos fuertes, le acaricié el cabello azabache, luego l
ación de llevármelo a la cama. -En aquel entonces mi deseo estaba siendo controlado p
o la fe fue el inicio de mi recuperación. -Yo sabía de mi condición y por más que intenté controlarla desde muy joven, solo Dios pudo hacer
se incrementó cuando experimenté mi primera relación íntima con un compañero del colegio y calmó un poco ese malestar. Comencé a desarrollar una vida secreta, pero nada me sacia
demasiado de esa sustancia al tener un orgasmo que solo se calmaba teniendo más, era como el que desarrollaba un
ar más y sucumbir en el placer sexual. El problema es que si no te controlas la necesidad aumenta. Por eso llegué voluntaria, apenas cu
sperada en una crisis de depresión y me avergüenza decirlo, intenté quitarme la vida y por arte de magia el padre Castro lo
e lado, Dios es perfecto, sabes, jamás me imaginé que el caminar buscando una gasolinera, iba a encontrar a
a de, ¿qué pasó aquí?, yo no quería es
ue me venía quejando porque el carro, ¿te puedes imaginar? Quedé sin gasolina, pero u
, soy el padr
o que a mis veintiún años sintiera que mi vida no servía de nada, no tenía ningún motivo para hacer lo que hacía. Hija de una de las mejores fa
omé el celular. Al ver el mensaje el mundo se volvió a caer. «¡¿Cómo carajos se averiguaba
ia fueron tan maravillosos. -borré el mensaje, apagué el celular, volví a la cama en busca de los brazos de José Eduardo, no había sido
ecir que me había curado, con mi esposo era suficiente, ni en pensamiento le he sido infiel, desde que lo conocí, este hombre me llenaba de todas las manera y formas posible, era cierto que practicábamos sex
ra es? -
is de l
eníamos sueño, pero no dormimos hast
Ese apodo me lo puso desde que h
baña
mordió una parte de mi piel-. Te amo P
ué
iedad como la mía por tener un hijo es lo que
ber creado una infertilidad, no lo había confirmado, temo que un doctor me d
es, por mi b
comenzamos con
o. -Nos
--------------------***-----------
segunda; Caminos separados, y esta es la tercera entrega. Se pueden leer por separado, aunque llevan una secuencia cronológica y se habla de lo ocurrido antes