a hora de la salida. Y es que la hora de ir a casa es esperada por tod
udad, dónde únicamente asisten los hijos de políticos, millonarios, actores
o Ste
lón y un hombre vestido de traje elegante la levanta
ve le da un beso sonoro en
unos ojos hermosos debido a una notable heterocromia. El hombre
l hombre me extiende su mano. - S
truo. - tomo su mano. - Disculpe, pero debo verificar
su bolsillo y saca un pase de autorización que
senador, afortunadamente el equipo de protección del senador se percató de lo
pueden retirar. - Ha
e de ignorar. Era como si esos ojos desiguales fueran capaces de escudriñar mi alma. En ese momento, me invadió una sensación abrumadora de insignificancia. Sus ojos intimidantes me hacían sentir como si
re mí, como si estuviera atrapado en un juego de miradas del que no podía escapar. Era como si estuviera hipnotizado por esos ojos hipnóticos y
ún lado? - pregunto
me invadió de inmediato. Una hora de sudor frío recorrió mi es
sora de jardín era mi pasión, una vocación que amaba profundamente. Pero el dinero que ganaba de esa profesión no era
que si descubrían mi doble vida, enfrentaría una despedida inmediata de mi empleo como profesora de jardín. Esa perspectiva me a
nda con alguien. - Rasco
Steve insistía. - Como sea, igualment
to de sonreír para dispersar cua
- habló la niña c
o con fuerza. Antes de que Steve cerrara la puerta, su mirada se posó nuevamente en mí, y en su
resión en su rostro? ¿Había notado algo inusual en mi actitud o en mis respuestas a su pregunta anterior? Me i
mis propias acciones y palabras durante esa conversación, tratando de recordar si había dado alguna pista sobr
unada, ese hombre está condena
petas entre sus brazos, los deja sobre mi escritorio y me cod
- Me mofo de ella. -
viste lo gu
guapo, pero n
ese hombre fácilmente puede ser el padre d
con hombres imposibles
.
a de "Earned It" de The Weeknd comenzó a fluir a través de los altavoces, envolviéndome en su atmósfera cautivadora. Mis piernas fu
spectadores. Mi tez blanquecina y mis curvas se destacaban en la penumbra del estudio, atrayen
e recibía eran una manifestación tangible de mi habilidad para cautivar a mi audiencia y mantener su interés. Sin embargo, también estaba cons
ensualidad y mi control sobre mi propio destino. En ese estudio, bajo las luces y la música envolvente, me sentí
brirlo, pero en lugar de abordarlo abiertamente, prefieren mirarme de reojo, con un matiz de curiosidad o inclus