rt
os están muy contentos, lo celebraré en la casa, es grande para meter a unas
las que yo no podrÃa asistir. Todos afirmaron que irÃan a nuestra bo
r este o este- me cuestioné m
descubierta y llegaba a la mitad de mi muslo, el otro vestido era color champag
vitaciones sentada en el suelo de mi sala
s la misma talla -le ofrec
lanco? -preguntó sorprendida -ad
ermosa-aleg
ia- dijo igual de
eso cuando volviéramos de la luna de miel tenÃa que terminar de organizar la fiesta de cumpleaños de
s las invitaciones que faltaban, cuando vi que era
una ensalada fresca, hice al vapor unas papas y brócolis
o la dejó -cuchicheo tomand
a mientras revisaba el pollo
queo la lengua -ella debÃa ser más
no me gustaba de Sof
efendà a Clare -¿porq
os defendiendo su punto -un hombre
ser buena en la cama y de lo mucho que los hombres querÃan
pareja, pero con esfuerzo se pue
on Miguel me llevaba a se
n cosa, pero se veÃa necesitado de una buena mujer-sol
ritó desde la pue
gritando ¡papá, papá! Mientras se escuchaban sus p
n largo momento que se tornó eterno,
tranquilamente, terminando nuestra conexión -no sabÃa que tenÃas compañÃa, Martha -dijo más
vorito, y lo senté junto a SofÃa mientras yo terminaba la cena. Diego dibujaba en la sala mientras ve
usto que dijera eso
e juego o lo
d con el esposo de unas
a lÃmites y podÃa meterse con cualquier
mi cuerpo con una sensa
gún momento entre su conversación con Miguel, viendo
abeza y mis manos para restar im
-se levantó Mi
uió de cerca S
ar la ensalada y sazone teniendo todo listo para comer, todavÃa pensaba en los lÃmites de mi
que fuera por el pollo y luego me devolvà por l
r a Diego? -le
ego notando mi estado de ánimo apag
emente y creo que él se dio cuenta, aun asÃ, no
remos a ser marido y m
ole caso a mi corazón, SofÃa y Miguel nunca me tr
lándole a Miguel sobre los preparativos de nuestra renovación de votos, Diego
y se acomoda en su silla- por ayudar siempre a Marth
con eso
as, Sof. Siempre has sido un apoyo important
tos con mi amor, el hombre que elegÃ
uerta, estoy en mi habitación mientras Miguel se arregla en la de invitados, entra Julio, anda con un esmoquin de pingüino que le sienta de maravilla, p
ahora que voy a renovar los votos
rtha -Me halaga el
rojo mientras le agrade
nunca falta a un cumpleaños de Diego o mÃo ni ningu
l carro encendido -brom
ta de verlo- te quiero mucho, Julio.
elente trabajadora y una extraordinaria mujer- s
con un nudo e
ra más de mÃ, aunque no se va de la habita
a que él le devuelve ni corto ni perezoso- ya casi es hora
a cÃnica, terminé de comer sin prestarle mucha atenció
nta está tomando un mechón d
ija en mi vida por aho
enes una edad y la gente se pone hablar -Sof
entras termino de arreglarme y Ju
o con muchas mujeres que pueden corroborar mi hombrÃa, si eso e
cupa nada, jamás
aldrÃa contigo. Primero me cerceno algun
-no seas ridÃculo Julio Santander,
con su estúpida di
vuelta para que admiraran mi vest
-habló Julio, tendiendo
ecida de que e
que mis ojos se pusieran a
u maquillaje -
lio y este me guiño un oj
n que era, pero asà la querÃa, a veces simp
de Julio emocionada y saliendo de l
delante de mà e hizo una seña para que la música comenz
ños con la diferencia de mi pequeño hijo vestido de esmoquin como el de su papá, pero con un corba
o unos hechos por nosotros mismos, el padre al decir que podÃa besar nuevamente a la
s a sentar en nuestra mesa mientras quitaban la
bÃa dio inicio a una noche l
música que eligió M
sa como la prime
ta como la primera
mo, M
on el alm
reà y baile con mi esposo y al
o de huir -murmuró
ile -apenas movà los la
y me hizo girar dos veces y luego me atrajo a su cuerpo y llevo m
golpeando su hombro cuando vol
Julio es un bai
uel y yo, los invitados siguieron en lo suyo, luego de nuestro
s a un hotel a descansar un poco y a esperar para tomar nu
de que hicimos el amor, me acomodé bajo su b
esa -añadió c
insistÃ- quiero s
izo una pausa dramática -vamos a i
es que a veces me
ate que alquile, es una maravilla, vamos a ir a cinco diferen
ermoso de tu parte nunca he v
que cambió mi v