sol sobre mí. Sonreí ante la calidez de ellos, cerré mis ojos inclinando mi cabeza a un lado, un día soleado en invierno era lo mejor. La nieve s
uchos recuerdos, el frío parecía entrar en mi cabeza para encargarse de trae
los brazos disfrutando de los rayos del sol. La reproché con la mi
Las criaturas nocturnas no lograban entrar a los hogares si estaba habitada por alguien y si llegaba a poner un pie adentr
avisar cualquier movimiento extraño, odiaba patrullar, pa
ba estar entre tantas personas, pero si quería seguir respirando tenía que hacerlo. Mi madre, Carmen y Lorenzo eran los adultos, luego seguían la hija de Carmen, Zara quien tenía 25, Mía Hall, óse
a, tres botellas de agua, fósforos, un cuchillo pequeño muy filoso que Lorenzo me había dado hace meses y la manta para la noche. Hice u
erme arrodillada en el suelo termi
y agua-me levanté recogie
-miró a los ch
s en el grupo ent
en buen estado, pero otros comenzaban a perder su buena presentación. Recuerdo los gritos de los vecinos esa noche de hace trece años
puertas. Sus palabras fueron claras "Debemos irnos, rápido". Recuerdo haber subido rápidamente los escalones, miraba a mi hermano guar
o más abultado que el mío. El televisor estaba encendido, podía esc
asa, el auto encendió sin ningún esfuerzo, cuando las ruedas se colocaron en marcha
do el silencio incómodo que se hizo cuando bajé del auto. Todo pasó en cámara lenta y entonces entendí la razón de los gritos, sombras oscuras se abal
imera noche del ataque, mi madre se encargó
saba nadie parecía colocarle atención porque todos buscábamos al
iño? -susurró mi
das cada uno tomó un pasillo, me apresuré en recoger más botellas de agua y algo de lat
tegerme y cuando quería correr no lo hacía. Era el error más grande que podía cometer. Lorenzo ll
ola de noche y si es posib
uridad, a diferencia de los humanos, ell
a algo que provocara o
e hasta ahora es efectiva. Lo
unca es buena, sus ojos pu
n un rincón controlando forzadamente la respiración, aquella criatura de la noche la veía con sus ojos bril
a y agua nunc
los te atraparán con facilidad, la s
rotegerme como siempre. Supongo que ahora era un poco más fría y escondía los sentimientos. Becca había llegado a nosotros por gran casualidad
su mente era interesante. Sé que tenía curiosidad por esos "demonios" como le dice, ella misma había dicho tener ganas de estar en el centro de e
l con la alimentación si querían seguir viviendo, ahí era donde su hermano Dany intervenía añadiendo que sin sangre
cesidad, eran malvados, crueles, despiadados, destructores y amantes del poder. ¿Acaso los humanos no somos así? ¿Cuántas cosas no
mente había hecho y que no me ha