ll en la última hora. En cada intento se encontraba con el mismo silencio decepcionante. Acaba
el labio inferior con tanta fuerza que sintió el sabor de la sangre. En el exterior, distinguió débilmente a alguien que supl
l solo quería al
e para su hijo y una nuev
aud
dolor agonizante que sacudía su cuerpo, Xim
e personas, entre ellas Melanie Griffin. Ximena perdió el color de su rostro.
Entrégame al bebé, Ximena! Se lo debes a mi her
a Lyla!", replicó l
e, entonces lo eres. Dame al bebé. Es la clave para que Lyla entre en la familia Mitchell y se case c
e le pasó! ¡No pueden llevarse a mi b
igaría de forma tan injusta? Llevó nueve meses al niño, y lo q
có repetidamente el número de Ramon, pero fu
ra que has dado a luz, no sirves para nada. Ramon se divorció de ti por asco y prefiere casarse con Ly
Ramon fuera tan cruel. Sus dos años de matrimonio no significaban nada para él, y ella no
uvieran desgarrando el cuerpo. Notó el goteo caliente de la sangre que le bajaba por las piernas y s
agia!", gritó asus
plomaba en el piso y luego gritó: "¿Qué están esper
nte arrebatado de lo
nto, el grupo que había irrumpido p
l se apresuró a obtener el consentimiento para una opera
ra facilitar que Lyla Griffin se uniera a la familia Mitchell. A nadie le importab
salió con expresión sombría, anunciando que había sufrido un par
sobre el piso empapado de sangre, y el formulario de consentimie
médico salió corriendo de la sala de urgencias e informó al médico: "¡Tenemos
niño estaba sentado tranquilamente en su hab
esión madura que contradecían su edad. Su rostro era perfec
stido rojo de alta costura y tacones altos. Su irritación fue
í, Neil. ¡Cámbiate de ro
r", respondió
ontorsionó de ira mientra
sieras tu ropa f
replicó Neil, mostran
e Lego que él había construido con tanto esfuer
n los ojos llenos de lágrimas. Se las secó y gritó: "¡Tía Mela
a un recordatorio constante de que todo lo que tenía era gracias a Neil. S
iendo la ropa de etiqueta del
abandonado en el orfanato. Así que no me importa que me odies, pero tienes que aguantarte ha
para Neil. Y para Melanie se trataba de una preciosa oportunidad de acercarse al homb
quédate aquí para siemp
del dormitorio y cerró
asustó mucho porque todo estaba oscuro y espeluznante, y solo tenía ratones como compañ
, llorando y suplicando: "¡Tía Melanie, lo siento! ¡Por favor, abre la puerta!