za era
nos me necesitaban y también L
lizarme un poco, i
mi lado, se lo ag
guien se acom
ndome,
mento
Wi
tu m
é sin deja
on los ojos
ó hace u
lame
a mi lado y luego se fue sin
uía sentada
ía aclara
or más grand
e y dejó a sus dos preci
la van a extrañar, ni en
terrible, el
ento por no poder hacer nada por que
is sobrinos y mi cuñado lo más posible, gracias a
óloga ayudó mucho a
s solos en ni
nnegable, los chicos se tenían que acostumbrar a vivi
a, allí se sentía la prese
ce como
llevó demas
nación, tiene sus mismos ojos inmensos, color turquesa, el mis
rfecta, como lo
andote y más alto, más rubio y con los ojos az
os ter
teraron, amo a
a mi h
ero de pronto, me di cuenta qu
anto llanto que pare
el colegio lo
tro acompañamiento parecían
veces mi sobrina venía a vernos trabajar y hasta nos daba sus
iera, parece normal que Na
nuestra alma, aunque su
s con nuestra
te triste
te o disfrutaba de alguna serie de tv, sent
ícil de un duelo, sonreir y
pañó muchísimo, no quería dejarme so
a a estar bien, qu
mbién retomó
abuela, él me llamó, estaba medio tomado, me
vo sexo ocacional c
o disfrutaba de algo y luego me sentía culpabl
enga una pareja, no ahora, era demasiado pronto, pero si necesita un
a, sea una buena mujer y quiera a mis so
taba diciendo que se vaya, podía disponer de esa casa para siempre, pe
lugar y les b
pedía un gran amor para mí, sol
sigamos teniendo la misma relación, llena de cariño y que me p
y sabían decir claramente
algunos con un dolor insopor
ble, el ti
sa mi
mila, mu
es una excelente m
ne 30 años, pero parece más,
al estar yo, todo el tiempo con vos, nos cuidaba
mos con
tado más de una vez, por su culpa, porque siempre nos delataba delante de los padres
y, que era un verd
iempre con é
vamos a poner pa
sta como para i
con tr
uento mi cuñada, que se la pasa contando a sus amigas, lo
mi her
espera que
s palabras me convenció,
rativos de nuestros vest
pero algunas cosas, ella q
imos perf
ue hacía Willy en e
diga que día era, l
mamá, que también fa
lo vi y también c
én necesitaba un
ntre el trabajo, el dolor de mis sobrinos, el de m
tras que se me sumaron, para es
l gran día para
amigos que en éste momento te
s edades se acortan, es decir las distancias d
un año menos
s más allegadas, yo era como su propia hermana, des
amos a quienes
ir con el auto de Ludmi, no tenía sentido ir con los dos autos,
ba a la vuelta, muchas veces
enían manteles dorados con rombos rojos, cru
un gusto
ernando, los mejores amigos de Ariel, también
abogado y era bast
ñorito, siempre
a Agu
do al otro am
s a sus amigos, la relación con ellos era solo cordial, salvo Fernando, que er
no, tendría que haberse sentado al lado de sus padres, viendo l
algo que reprocharle, pa
gar tarde, habí
me hizo estremecer hasta
on, porque veníamos
egros, que eran las caricias de m
daderamente hermosa, ella tenía puesto un vestido negro, que se ajus
udmila, que estaba ta
zadas de dolor en mi coraz
a Lu
su esposa o al menos su novia, porque para llevarla a un
mira
ue me sentía cenicienta versión sirvie
ces que no deb