ocupar su
ana, volvió a ocupar el puest
tantas mesas en la biblioteca. De hecho, ¿por qué no ocupa
e eso no es tan conveniente, porque las personas suelen ocupar ese lugar antes que ella vuelva. Como e
siempre viene en las tardes a
r -espetó ella, apretan
gado nunca le permitiría verse como alguien intimidante. Tal vez, por eso las personas nunca la toman en serio y menos cuando quiere
Violet mostró un rostro aburrido (intentaba mostrarse como al
primer día que se corriera de puesto, él ha venido sin falta a sen
su rostro bronceado sumamente serio
este lugar? -inquir
mpre le hablaba, era como si todo
udiera sonar a
ue el único espacio en todo el campus que no le intimidaba era ese metro y medio de la biblioteca, donde podía ver todo desde la ventana; bueno, también se sentía cómoda en su habitación: y eso, porque al
es adrede?! -espetó ella en un pequeño grito, para que s
or qué sigues pidiéndomela, primípara? -Ladeó una sonrisa s
e llamar primí
amar así -gruñó la
res de prime
ropa casual para intentar pasar desapercibida, como le aconsejaba Brian, ya que, si usab
atleta, tapaba todo el paisaje que daba la ventana, y eso era triste, muy triste; porque ninguna otra ventana
página donde había dejado
y ya? -preguntó el joven-,
que le permitiera hacerlo. Según Teresa (que ya lo había hecho) era sumamente fácil, debía mostrar su
parecía que estaban ocupados) y preguntarles por el dichoso carnet. Además, la r
a e ignoró
do fue a buscar un libro que necesitaba, al volver, notó que todas las mesas estaban llenas de es
hecho, él era el único que hablaba cuando Violet intentab
otecario y él te dará el c
o la mirada al él y acomodó su
acerlo. -Volvió a mostr
por completo y volv
; no piensas pasar todo el año peleando conmi
era hacerlo todo lo que pudie
untó ella, intentando c
a parecía estar burlándose de Violet-. La biblioteca tiende a volverse ruidosa en la tarde
ntir la falta de aire. Y con ese muchacho observándola fijamente,
vaba tan fijamente?! ¿Es que
s en el inicio del puente de su nariz. In
de a sacar el carnet
a se estaba levantando de la m
ra que lo veía desde ese ángulo, parecía imponente, con su pecho y brazos a
a bastante alto, ella le llegaba un poco abajo del hombro y con todo su
pidió el
malo como llegó a creer.
taba mostrando más tímida que de costumbre y dejaba q
y llegaron hasta la recepción, donde se encontraba un hombre ba
, Julio -salud
ibliotecario, parecía que ha
e llamaba
nformó Gael, señalando a Violet c
poco y se rodó un tanto para esconde
cario) mostró una
ez? -pregun
spondió, ru
rmación y después la hizo firmar un documen
s -informó el
queñito bolso negro que traía consig
e me has tenido que soportar
y, una vez recibió el carnet, pidió que le dejaran sacar el libro
pero sabía que nadie hacía tan poco por otra persona, y menos si es un desconocido. ¿O ellos no eran desconocidos? Llevaban
or fin supo que ya lo podía llevar a c
oteca y Violet se preguntaba c
-trató d
desplegando una sonrisa-. Ahora puedes
albuceó, ru
pies a cabeza y e
o te
t -con
bello negro y liso con una mano, después, proce
ojos. Intentó hablar, pero solo produjo que sus labios se en
acias -se
ras de la biblioteca casi que corriendo y se adentró
a se sentía frío, pero Violet comenzaba a sudar.
é le di
indo nombre
u cabello de for