rinc
ba a conocerlo un poco y me empecé a prometer que este era un jue
negro de finos tirantes. Me puse un abrigo largo malva encima, me cubrÃa hasta las rodillas y el cinturón en mi
no saldrÃ
in que pudiera detenerme. Para cuando el vizconde se sentó a mi lado me miró extrañado pero
fono lo está controlando mi ge
ibrador para tus amigos ento
chófer que bajara del coche y me acostó sobre el asiento con él encima. Intenté empujarlo, sacármelo de mi deseo p
on vibradores? -
e imp
istir manosear mis mus
e mis muslos y rugió cuando mis pliegues desnudos y húmedos l
tu respeto po
mi p
La velocidad a la que me tocaba era dura, fuerte...desesperado y suspiró aliviado cuan
tido -lucÃa enfadado y yo estaba ardiendo en llamas -. S
ve a retener en mi posición -. Ahora te p
¿qué
Alfred -f
edo, K
e a saber nunca a qué se refirió. Si
.
en atenciones para mi, me dedico a coquetear con todo el que me regala solamente una sonris
comernos a besos cada dos por tres y a poner distancia entre
rmite quitármelo y aprovecho para calentarlo subiéndome a su mesa y cruzando las piernas. Le reto, le pongo cachondo po
a -ordena antes
temp
io y ni me habla cuando bajamos en el asce
n subo directo a la habitación, él se va a su despacho pero
quedad y nos llenamos de
cortinas vuelan y su cuerpo me va empujando hacia atrás.
te empeñas en volverm
tiene por qué sacarte de tus cabales -increpo llorique
tra el borde de mi cama, su cama -. Llevo tiempo obse
ientos porque su reputación le precede y cuando sepa como me hace sentir, se acabará el encanto para él y dejará de perseguir lo que no puede
y me baja el tirante de mi vestido, besa mi hombro y se me cierra
e a una puta con tal de tenerte, de que fueras mÃa haciéndote mi amante -masculla sufriendo las mismas ganas que yo. Aunque luce de
inalmente son los puntos sobre las Ães y si ya hemos dejado de jugar, no qu
que no me has ofrecido. No me reclames por alg
lto que se verán las llamas y el h
erde los labios -...dime que te tome
que se salte las normas del palacio pero me parece perfecto porque
germe de todos en él. Pertenecerle. Porque siento muy dentro de mi que ya lo hago. Que hace mucho me eligió y no podré escapar de su domini
óma