yc

añana."- oí su deliciosa voz a través del teléf

o, en mi suite del hotel, me tomaba un Whisky on the Rock. No me sorprendió que tras decirme

o de Benearo, se derretían cuando nos veían, pocas eran inmunes a nuestros encantos, incluso Mary y Emi, terminaron ca

er insignificante, y a mí me encanta llevarla al límite para ver cuando estalla. La maldita tiene mucho aguante, sólo cuando, ya mi ataque es de tipo sexual, o mi cercanía es más peligrosa de los que las normas sociales permiten, ha

tras haberme golpeado, de los labios de esa máquina asesina, sale una ligera sonrisa, que la hace

cierta forma, sentí celos y envidia, no sé. Me hubiera gustado ver a la mujer que Ruyman me había descrito, que había hecho eso a su esposa, yo ni me lo hubier

igos, no me gustaba nunca hac

a, o qué?"- como siempre Zape, Ruyman Benc

en algún momento íntimo con tu esposa, porque según mis cálculos son las siete de la mañana en Filadelf

clásico?, dime para que has llamado, que tengo cosas que hacer..."- la voz femen

e voy a clase, en la universidad, que llego tarde, saludos, y en cuanto a ti, señor Bencomo, pórtate bien con tus amigos, o no hay juegos esta noche."- mientras oía a

casa, y te hago callar estúpid

atenderte, pero por desgracia, la paliza que puedes intentar darme tendrá qu

...? Espera ¿No habrás ido detrás de la se

ción, y tu esposa no corre peligro. "- le dije directamente, entre Ruyman y yo, nunca hay medias tintas, somos totalmente sinceros el uno con el otro, somo

errores, lo único que te digo es que, en el momento que esa bruja se acerque a mi esposa, tom

unta del millón ¿Cuándo vas a ser padre?, tu madre no hace más que llamarme para preguntarme si

sólo con mirarte. Me dijo Zape que quisiera verlo, a ver si así te callan esa bocaza, y si tan bien te lle

i madre por la tuya??"- le pr

nipuladora, a una desnaturalizada, y tan egoísta co

yo de que no se acerque a tu preciosa esposa."- dije y tras oír

l problema era cuando se unía a Benearo, y de guinda del pastel, apare

pre. Los vecinos de la familia Bencomo y Vieira, eran vecinos, el padre de los gemelos y mi padre eran amigos inseparables. Juntos iniciaron un negocio de hotele

ruyó los primeros restaurantes, que pronto tuvieron fama, devolvió rápido el préstamo de su amigo, al que mi padre consideraba como su hermano, y poco a poco esto fue creciendo. Pronto ambos conocieron a sus futuras esposas, mi tío Carlos,

una madre no debe ser, egoísta, sólo piensa en fiestas, y en relaciones sociales, desde el principio, sólo me trajo a este mundo para tener atado a mi padre,

mo, que, en mi propia casa, cuando mi padre no estaba. Cuando los gemelos y la pequeña Cathaysa fueron al internado en Escocia, yo conven

sacaría hasta el último centavo, lo que no esperaba mi madre fue que mi padre tuviera un accidente antes del divorcio, en u

, dejaba de albacea y fideicomiso para que se cumpliera su última voluntad, a su mejor amigo Carlos Bencomo. Mientras yo estudiaba en la universidad, y me preparab

s de la familia Bencomo, acaban con las aspiraciones de mi madre. Así que hoy en día nuestra relación

me quería más a mí, que, a ellos, sus propios hijos, por lo mucho que me consentía. Tío Carlos no intenta suplantar a mi padre, ya me lo dejo claro, cuando a mis die

ese rebelde CEO, al evento ilegal de venta de mujeres, sin saber de qué se trataba, por culpa de la mala información que recibí de un examigo del tío, digo examigo, porque tras conocer la reina Diane de que iba ese

, era hacer que ese idiota, dejara embarazada a su mujer. No sé cómo eso locos padres pretenden que yo lo haga, como no pinche los

de la señorita Morris, incluso, nuestros abogados están tramitando su renunci

nca me doy por vencido cuando quiero algo, y hubiera hecho lo que sea para que

debajo de esa pose, de mujer fría de hielo, tipo robot, estaba la candente mujer

cultaba, y porque me era tan importante descubrirlo. Así aca