rr
las, Dante se giró sobre sus talones para hacerle
acababa de ver entre Atlas, y ella, pero c
ste tu vida despu
nte permaneció a la espera de una respuesta que l
poco tiempo
ella, Abril se cruzó de brazos ante él, quien se hallaba colérico, y su ros
tas, que tus te amo eran verdad... Pero ahora que llego, y te veo a casi en un beso
leve presión en este, que ardió de tal manera que se extend
rar una herencia te casaste con alguien que no amabas, ¡Tú! Que prometiste amarme, y luego te fuiste dejándome sufrir la vergüenza de tu aba
nía atascado en su pecho, todo lo que por años cal
omo dagas en su pecho, al verse enfrentado finalmente; aun a
ba a su esposa, por intentar olvidarlo, por intentar seguir
eclamar, no eres digno siqu
, pero ahora que se hallaba más fortalecida, solo deseaba seguir lib
ntrar en razón, y tomándola de los hombros, la agitó para qué reacc
con la mujer que amabas, con la dueña de tu corazón ¿Cómo fueron estos a
tentaba procesar lo que sucedía con Abril, y cuando estu
ntigo, nada que incluya tu nombre Dante Hackett, esto era lo que tú
al lado opuesto de Dante, quien caminó detrás de ella,
Qué pasó
r que pasó con la dulce mujer que se casó con él, y obteni
Hackett... Te olv
ron hasta lo más profundo del corazón de ambos, más el
él, pero viéndola allí mismo descubrió que no fue así. Y que uno de los responsables de que e
esta la tomo antes de que lo lograra, y demostr
erto, tú aún
e mantuvo mirándola a los ojos, y sonriendo al ver por primera
rdadero amor, y lo que tú prometías, no eran más que men
e quería pensar que la Abril ante él
ella; así como también su hermosa sonrisa, la cual jamás serí
e ahora no se dejaría humillar, como lo hizo en el pasado, que se mar
puesta, se defendía, y nunca más bajaría su mi
ante aún no entendía, o mejor dicho,
lpas... Tengo que
y elevando su mano, este quiso detenerla, hasta q
uchado que s
or un instante, y ejerciendo agarre sobre su brazo,
Atlas! Porquescasos centímetros; que de no ser por el lugar, y porque un par de
e, y no se había dejado manipular, el menor de los dos, elevó su mentón de manera desaf
ante? ¿Me golpearás
se entre ambos hombres, que eran mucho más altos que ella,
Detente
lla, y empezando a suplicar, una vez que e
i vienes
tió, y tomándola de la mano, Atlas tiro
segundo, no se opuso, este asimiló que la perdió. Y Sintiendo que una delgada ma
ués de escuchar a Abril, y lo que sentía, supo que en el corazón de e
e, ella ya
nte asintió, aun así él no se resignaba al