stivas. Era el cumpleaños número 70 del abuelo de Anya, Vl
noche era especial por dos razones: no solo compartiría la felicidad de sus amados abuelos, sin
ró su tía, abrazándola por detrá
racias tía. Siento que
iares y amigos reían, bailaban y brindaban por la feliz pareja.
u prima Katya con una sonrisa maliciosa -quizás se cans
a y sus amigas siempre habían estad
oca, víbora.
ntió una punzada de inquietud. ¿Dónde estaba Misha? Decidida a en
tación. Entonces escuchó ruidos sospechosos provenientes del bañ
a estaban teniendo sexo desenfrenado contra
Anya, sus ojos de llenaron de
n bruscamente, intentando
plicarlo... -balbuceó Mish
transformó en una furia ciega. Se lanzó hacia a
pudiste hacerme esto,
ió con sat
jer para satisfacer a Misha. Siempre venía
atya, tirando de su cabe
¡Siempre supe que ere
e dio un rodillazo certero en la entr
os! ¡Ojalá se pudran
laje corrido y el vestido desgarrado, ante las miradas atónitas d
Su cuento de hadas se había transformado en una pesadilla grotesc
sus venas. El ambiente era oscuro y cargado de humo, perfecto para per
e. Y que sig
ayor con un bigote espeso
uien tuvo una n
ó una ris
ienes
ero le sirvió un vaso generoso de vodka -c
o vació de un trago, sintiendo
ber -una voz profunda y m
a alto, de cabello oscuro y facciones cinceladas. Vestía un traje a medida que acentuaba su c
a dama en desgracia? -pregu
lado, con un gesto
r hermosa bebiendo como si quisi
lo que quiero -Anya se en
ado, haciendo una
luego se volvió hacia Anya -¿Y qué es eso tan t
bía algo en este hombre que la atraía como un imán. Quizás era el alcohol, o
que mi novio y mi prima son unas
hizo una mueca
¿sabes qué? Al carajo con ellos. Esta noche, s
n brillo travieso a
conocido, pero si quieres desahogarte o sim
ra una locura, pero la otra parte, la que estaba heri
Acepto tu oferta, pero con una condición, nada de nomb
ya sintió una descarga el
o, hermosa
tragos, risas y una conversación ca
nio y el carisma de este extraño. La h
e encontraron en un beso apasionado y desesperado. Se devoraron e
contra sus labios -quiero ha
llino de lujuria y adrena
tel, y entre risas y besos torpes, se dirigieron al ascensor. En cuanto las puerta
ñó él, mordisqueando su cuello -no
restregándos
no me haga
ropa arrancada. Se dejaron caer en la cama, sus cuerpos des
r lacerante amenazó con partirla por completo, pero despué
perdió en las sensaciones, en el éxtasis de ser tomada
do donde solo existían ellos dos y el placer que se daban
dos en los brazos del otro, sin saber el nombre
e la noche anterior la inundaron con culpa y vergüenza. ¿Qué había hecho? Se
or el suelo. Se vistió con manos temblorosas, mirando al hombre que
sperada. Pero el miedo y la realidad fueron más fuertes. Esto
abitación sin mirar atrás, alejándose de su
cama vacía, con el aroma de su amante aún impregnado en las sábanas.
un sueño hecho realidad, un bálsamo para su alma solitaria. Y ahora se habí
rayo. Recordó las sábanas manchadas de sangre, la mueca de
ei, apoyando la frente co
a confundido, ¿Quién era esa mujer misteri
ños, sintiendo una m