l interior de aquel edificio estaba oscuro y sucio, solo poblado por restos de muebles
la capucha de la parka sacudiéndose el cabe
, y sacó del interior de uno de los bolsillos de su abrigo una linterna
con manchas de sangre ensuciando el piso y las escaleras. Allí debieron pro
escena con la producida diez años atrás, en la granja de su familia en Ekaterimburgo-. Da
hacia las sombras, y la derecha le temblaba notándose en el movimiento vibrante d
repitió, pero el recuerdo de su hermana
caran de las manos todo lo que amaba y la obligaran a huir. A
ntarlos o seguiría a su merced
Sube que n
cto suicida y a quien no divisaba. Debía estar en la planta s
iendo asqueada las manchas de sangre y las huellas de las
a superior se paralizó y aguzó el o
la noche en que una bestia enorme irrumpió en la granja
scalones sin descuidar la vigilancia del frente ni de su retaguardia y p
bía lastimado una pata cuando él lo obligó a cruzar un río caudal
eligroso el paso, llevándose consigo los débiles y viejos puentes, pero su herma
atendiera, por eso, esa noche y después de que su hermana mejoró, él
umida en sus memorias y viendo la oscuridad apretada que invadía la pla
cesitaba ver, desconfiaba de sus instintos, estos siempre se dej
rada, temblando por el miedo, con toda la piel erizada al
e quedó luego del ataque de aquel engendro diez años atrás
ba con escasos faroles encendidos, cuya luz amaril
ntana de vidrios fragmentados ubicada al
y sillas. Por supuesto, todos estaban destruidos y hasta
s oscuras que otras, suponiendo que las má
cazador de la espada ninja, aunque le
os vellos de su cuello como si fuera un animal preparado para el ataque, podía asegu
mente. Diez años atrás ella fue incapaz de mover un solo músculo para ayudar
on la mirada fija en la puerta abierta
e la puerta: la parte trasera del tractor defectuoso de su padre, el abrevadero de los animales, el cercado que
e advertencia. Su padre se enteró de la diabólica visita cua
mpujó a encender la linterna. El rayo de luz que emitió
stancia, estaba la enorme bestia cuya sombr
fríos y cargados de ira, parecían