la despedían en el aeropuerto. Le recordaron la importancia de ser edu
odos tus juguetes favoritos y algunos preservativos, por si acaso -le dijo -si
ientras sus padres las miraban con recelo -¿Las co
sonriente -todas tus pr
están hablando -interrumpió su ma
-ser educada, no armar escándalos y toda
y la abrazó -Cuídate y, por favor, te lo rueg
buena -no se preocupen, haré lo mejor que pu
flejo del estatus de princesa millonaria que ostenta. Está lista para embarc
e sus padres y su hermana. Sin embargo, un chillido
ar, y una chica corriendo en finos tac
los ojos incrédula -¿
s, quedándose de pie frente a Atenea, quien la observa como s
con su equipaje -. Si vas al infierno, yo... maldición, espera, tomo un poco más de aire -se ab
dola mientras besa su rostro, arrui
alegría -¿Tus padres te dejaron venir conmigo?
-le guiña un ojo -no voy a dejar escapar la
s de uno aparte de
-le corrig
ora b
e aclara la garga
i hija -dice la mujer, tomando sus manos -cuid
ora, haré todo lo qu
masculla Cayetana -ambas so
a y su amiga se embarcaron en el avión rumbo a Roma. Ambas son inseparab
, comparten el mismo temperamento alocado
*
o. Atenea desciende del avión, tomada del brazo de su amiga, a
dice Layla emocionada -¿Qu
usita mientras avanzan. Se detienen al ver un auto estacio
nes son? -preg
idea -resp
rca -. Me presento, soy Martín, mayordom
la novia -se presenta la pelirroja, tendiendo
su mano derecha; el hombre la r
irla personalmente ya que se encuentra atendiendo a
no espero a nadie -aclara,
enir a recibirla -repite. Atenea intercambia miradas
a recuerdo su nombre -contesta determinadamente -. Le agradezco
o gu
a maleta, otros cargando los bolsos de ambas. Finalmente, baja un
siosa por este cambio tan drástico en su vida con el matrimonio. Aunque no se opuso, considerándolo un beneficio
oso. Cumplirá con su deber, que obviamente está fuera de la cama de ese hombre, y
e a una mansión. Aunque un tanto anticuada para el gus
ndo el lugar con la mirada -es mej
-estoy cansada, necesito un
nforma Martín, pero luego mira apenado a Layla -en cuan
en la casa de un amigo -gesticula sacudiendo la ca
que viniste por él y no por mí? -c
r ti, pero tenía que solucio
que te creo
es bastante grande, con una fuente enorme y grandes pinos decorando los alrededores. La mirada de Atenea se fija en la puert
o eran bienvenidas. En cambio, la reacción de Atenea fue neutral, con su
castaña con una dulce
es alguna sirvienta? Si es así, ¿podrías ayudarme
ga le da un cod
ndo un poco su mandíbula por la falta de respeto que no fu
de la castaña. Layla con cara de: "¿Qué dijo esta loca?" mientr
llegada como la prometida de Valentino? Quiz
finos tacones como toda una elegante dama. Queda frente a frente ante
ibujando una gentil sonrisa en sus labios -. Gusto en conocerte, soy A
e se mantuvo erguida, acariciando sus finos lentes de sol en
reestableció en su rostro al encontrarse con se
ta con una mirada inocente -es que, fíjate que ni siquiera tuv
sa forzada -así se llama. Y pido disculpas en su nombre, me
e pies a cabeza -¿Eres d
erd
ongo que mi futuro esposo es muy poco considerado -musita, acercándose un poco más a ella -. Lamento que tengas que
ente -Martín se apresura en intervenir un
de mi prometido, lo ha dejado claro. Per
h.
te -Valentino me ha permitido vi
donde sea que esté. O esta mujer sale de esta mansión, o se anula el contrato. Puedo permitir que tenga todas las amantes que
a -¿Quién te crees que eres? Apenas llegas y
sa y tú solo quedarás en segundo plano. Seré su esposa, y si tanto te molesta, cancelo el contrato y verás
uevo -esto es solo un malentendido, vamos a calmarn
n -solo quiero que las cosas estén claras aquí. No me gus
ejos de los presentes -. ¿Por qué mejor no conocemos tu habitac
aquí -indica una de las si
nea, quien le guiña un ojo a Lirio antes de
Se presentó para recibir a la prometida de Valentino, siguiendo sus indicaciones, y
que simplemente le molestó la idea de tener que compartir techo con la amante, siendo ella una dama resp
hacía y deshacía como se le daba la gana. Pero llegar al límite de compartir el techo con u