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a están en marcha, los novios apenas se cruzan. Mientras Valentino se sumerge en el trabajo en la fábrica
alen de compras, cuenta con una niñera y algunos subordinados a su dispos
a sin desayunar, creando una rutina monótona. Sin embargo, Atenea, aparentemente ignorando su presencia, mantiene contacto con su fa
n aquí, Atenea -comenta Clodan, ll
agrado. Me evita todo el tiempo, y estamos a días de casarnos. ¿Qué pensarán de nos
to las molestias que ha causado últimamente, y sobre todo con lo
es su amante de
. No creas las cosas que dice. Ambos
en lo absoluto que Valentino tenga a otra mujer, lo considera-. ¿Sabe que sí? Cuando llegué aquí, no tuve
recejo con desconcierto-. Hablaré con mi hi
risa torcida-. Sé perfectamente que usted lanza el anzuelo
uieres
stá prácticamente en quiebra -redacta, captando el interés de su suegro-. También sé que Lirio, la amante de su h
ncia -me alegra tenerte de nuera, de todos modos, no está de
sma sonrisa de complicidad mien
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descansar tras cenar sola en el comedor. Su suegro estaba ausente por
ara dormir. Sin embargo, las puertas de su habitación se abrieron de golpe antes de que pu
-escupió expectante-. Toca la maldita pu
fuerza-. Esta es mi mansión, y tú solo eres un estorbo insignificante -rugió con rab
del hombre, se zafó agresivamente-. ¿Quién soy? Aquí soy tu maldita prometi
sole
o-. Y no sé qué te haya dicho tu padre, me tiene sin cui
sdén-. Te dije que dejaras en paz a Lirio; las cosas quedaron claras desde que pusiste un pie en esta mansión -se acercó má
a ser demasiado insignificante
Qu
e tu maldito sermón de siem
to que hables
ciones contra mí, sabiendo que tú eres el más beneficiado de esto. ¿Y yo? Tengo la mala suerte de soportar a alguien tan amargado y déspota como tú, que solo está detrás de la falda de una mujer
bles de ese modo -sentenció -. Si continúo con este maldito contrato, no es porque lo desee; preferiría que todo se fuera a la mierda a tener que
por cualquier basura que se cruce en mi camino, a diferencia de ti -respondió con indiferencia, recibiendo una fría
etrocedió varios pasos por el empujón -. Espero que af
tenido en sus pulmones, y trató de calmarse pasando ambas manos por su cara, procesando todo lo que acababa de suceder. Había tenido momentos de tranqui
u clara piel. Comenzó a cuestionar si ese matrimonio era realmente una buena idea, ya que él parecía
entró a la habitación preocupada -¿Qué acaba de
n observando su muñeca antes de responder -es solo qu
cama, a un lado de ella -. Estaba muy p
tengo yo de que Clodan odie a esa mujer y no la haya tomado como nuera? Ese tipo n
la boda; esto no terminará en nada bueno -aconsejó la mujer, y At
culpa de una amante. Aquí me quedo, y me voy a casar con él aunque no quiera, no les daré el gusto -su nana suspiró, sabiendo que con la s