edo evitarlo, me rio y con muchas ganas
terminara por amanecer y no sa
dignación. Lo sé, porque l
café. Mientras iré aprender la ca
aquete de café, colomb
fé en el living o en
quiero darte más molestias. (D
os después, justo para cu
biera hecho costumbre toma mi mano para ir al living. Me invitó a tomar asien
pués de un momento se da
nerte aquí. Además, puedes quedarte a dormir, hay habit
untos dijo la vocec
laves. Espero que vea el mensaje y me las traiga lo
y asiente. No veo ni pizca de a inseguridad que tení
no responda
te en mi sistema. Después de la taza de café me sentí más relajada, cosa que no me e
poli
aba esto cuando era pequeña y en ese entonces ya me gustaba. Ahora que soy adulta aprecio más la cali
os en común, la música y la o
? - Pregunto sabiendo la respuest
Nazareth, pero Me gustan otros géneros también, t
una remera con una estampa de Metallica y un tatuaje en su mano de un As de picas, haciendo refe
de negro, es una rareza en estos días, y
mo si la rare
nocedora, o una muy buena observador
e y mi cerebro grita emocionado. Sin dejar de mirarme a los ojos me extiende su mano y la tomo al bor
por tocarte, e
a que lo hiciera d
os a b
spués dar el
a conexión que había entre los dos. Sentí su respiración en mi cuello cuando su cuerpo y el mío buscaron contacto y como si un rayo me cayera encima y electrificara todo mi cuerpo reaccioné al tacto de sus ma
volví a acercar a mí. No más pasos lentos, es ahora o ahora. Sorpren
fragancias de su perfume, café y whiskie me enloquecieron. le di acceso a mi boca
en los brazos del otro. Acaricie su cabello y me deshice de la banda que lo sujetaba. El acariciaba mi espalda y esto no termina
leve a tu casa moría por probar tus besos. En todo momento, desde que te vi quería hacerlo. -Hace una pausa para darme un casto beso en los labios. - Cuando te traía en el auto no te hablaba porque pensaba cómo comportarte
n existe. Y ya que es
n la puerta del edificio pensaba en como sabrían tus besos y ahora cuando bailábamos, pensé que lo harías. Pero, cuando termino
envolví su cintura. Acaricie su suave cabello, sus hombros y su cuello del que me había aferrado. No podíamos par
o, Emma. Pero s
s fuerte y subió la escalera hasta llegar a la puerta de
cuerpo y el mío chocaron, enredá
alegría y me decía que le arranque la rop
costado con una tonelada de ropa encima. El hizo lo mismo conmigo, en
és de mucho tiempo iba a tener sexo con un chico que hacía que pierda la c
o
xo casual con alguien, y poco me importaba.
esa como muy pocos y que me encendió como una antorcha. D
is amigas por dej