le un trago. Cuando la deliciosa bebida pasó por mi garganta, emití un gemido de satisfacción. Estaba deliciosa. M
en su despacho. Así que sí está aquí. Fui sonriendo a su despacho para contarle que hoy logr
yo me quedé estática. Lo que escuché fue el sonido de la bot
arrador y corrí donde él se encontraba. No
que tener cuidado al subirme en el banco que estaba caído en el suelo. Me sequé las lágrimas para poder ver y, con temblor, corté la soga que estaba amarrada de manera espeluznante y s
se su
sollozos, gemidos y llanto l
DES
o? -levanté la mirada y vi a m
su peso y mis lágrimas salieron-. No has comido nada en esto
í-. Debes alimentarte. No te hará nada
cuatro días -los ojos de Rosa tambié
á m
gando donde la familia de pa
dijo mi tía Gertrudis. Sentí que mis ojos se llenab
onde es
La vi-. Trajimos a alguien para que conozcas -su sonrisa era travie
te fascinará -co
bueno que te encargues de ti -seguía sin entender nada, pero
dije de una vez pa
da hace años. ¿No te preocupa ser una solterona? -mis ojos se entrecerraron hacia ella
en s
mi tía Diana e incluso hizo un puchero-. Debes pensar en tu futuro, cariño
me lo otro en la muerte de mi papá. Además, el hecho de
ldita
sentía en ese momento-. La edad no define mi felicidad. Adem
abló-. Porque si fuera así,
sí como estoy -le respondí mordié
na-. Hace dos meses que se casó y está de
or ella, per
lo hacían ver más maduro. Se conservaba muy bien para su edad, ya que lo noté por la forma en la que la camisa y el pa
vez me guiñó un ojo. Lo ignoré de nuevo -. Es un hombre exitoso
e ca
-. No necesito que nadie me cuide -ellas se quedaron c
ano, la cual solté de inmediato-. Además, tus tías tenían razón... -mi ceja se levantó ya que no entendía q
tías que miraban a t
r, además de hermosa, inteligente. También sé que trabajas en un comedor de voluntariado y eso me parece muy noble -volví a m
sarme. Quiero enfocarme en mi carrera y construir mi vida -le dije-. No sé para qué te trajeron mis tías sin antes consultarme, pero lo siento. Perdiste tu tiempo, no estoy
futuro? Deberías considerar esta oportunidad -m
Gertrudis-. Él está dispuesto a cuidarte y gastar lo que deba en ti;
ar mi luto en paz -ellas se miraron y luego a mí-. Mi futuro será lo que yo decida, tía. No lo determina mi estado civil. Aprecio su preocupación, pero necesito tie
s a mi mundo. Empezamos
mor, sorpresas y m
storia, tambien tengo una llamada "TALLA XXL" e
den que estoy en Instagram y
os leemos