Petyffer, de los Hunters. ¡Sí! De la banda de Hunters,

o mi cabeza negando. - Disculpa es que no creo que cuando voy a la universidad luego un f

a alarma. Lo sigo como puedo mientras nos lleva al ascensor que creo que nos llevará a su departamento. - Es en el últ

, ¿Es que no se cansa de sonreír? - No, no me canso de hacerlo. - Me tapo la boca con la mano, ¡Lo pensé en voz alta! So

s al living. - Asentí con la cabeza y me em

si te digo co

me

rara aquí mientras se baña. Ya sabes, me gustaría ver su amiguito

s no había obtenido más que un beso en la comisura de sus labios. Entonces todavía estaba esperando que lo bese. Y va a tener que esperar u

yfer, supera eso chico. Es más,

undos para obtener su r

bueno, realmente ¡¿QUE HACES EN LA CASA DE JAKE?! ESTA NOCHE

evante y fui por donde antes Jake se había ido. Lo miro, y la escena me daba ter

a? - Me miró un segundo

besarlo. - Brooke, deja de mirar mis labios y ponte a cocinar. - Fruncí mi seño e hice que estaba enojada m

ro fui yo, juntando las manos en forma de petición

ue hay en esta casa, no suelo frecuentar mucho este departamento. - Me relajé y acepté su mano extendida. Lo seguí por detrás y mientras caminábamos podía observar los cuadros que tenía decorando la casa. El primero que observé fue el de un lobo gris, aullando en pleno invierno, en algún bosque de Alaska

. - En sus ojos se veían un a

ama. Había dos cuadros más de su hermana, uno de ella y otro que parecía un Jake de 5 años con Ela encima de bebé. Fui hasta la cama y me senté. Cuando vi

pensando en esos

pizza. Mire mi reloj y vi que era hora de irme a trabajar. No me quería

me a trabajar. - Hi

mbie y vamos hasta tu casa si lo

mucha mo

número en mi celular.- Me lanza su móvil y se va al baño, que te

re" coloque "Brookie ♡". Sonreí y me mande

ió por el pasillo mientras se ponía la camiseta dejando ver sus admirados abdominales

u móvil y abrí la puerta

to, colocó la radio y aunque

da que le dio toda la fama y el éxito. ¿Será lo mismo sin nuestro baterista pref

mera vez, después de esas noticias, lo miré. Sus manos estaban blancas de tan fuerte que había agarrado el vola

y sonrió de lado, él también lo estaba. - Cuando pasas la plaza que tiene el monumento ese raro, doblas a la iz

al era mi departamento. O donde debería

io estaba

to que rescate es

io. Abrí la puerta como pude, mientras escuchaba a J

iquito. Que si lo había visto, la misma respuesta obtuve de todas la

metía al edificio con el fuego ya apagado. Cor