itu
bi
uiero ser revendedor exclusivo de
aac Wilson, más conocido con e
bres armados. Me detengo en medio de la habitación esperando qu
mbres y de mí, me siento frente
nido a m
la bienvenida. ¿Pue
que tien
deos en general. so
voy direct
no vine hasta aquí para hablar
entonces l
en que le traig
mi especialista en gemas. El especialista
pección, discutimos el pre
as próximas
o concluido, hice
invita a tomar un
as piedras preciosas para volv
nstalados, después de unos t
er un poco, co
bre apoyado
belleza. Es irresistible, le hago
o mantienen a distancia. Les pedí que
e un efecto en mí, maldita sea, es m
cuanto se cierra la puerta de la habitación, nos la
a a su tacto, vibro como un celular bajo los asaltos de su
sa sensación que trae luz a mi oscuridad. Estoy obsesionado por este to
ido en los giros y vueltas de las sensaciones. Fue
decirlo, pero mi cama estaba vacía. Generalmente soy yo quien
é no te quedaste y me em
hacia mi país, con el
ocida, me duele porque
bi
hacia mi país, con el
ocida, me duele porque
ivo en la capital de Brasil que es Brasilia, l
ar la sede del Estado de Río de Janeiro, una ciudad superpoblada, a este lugar se considera una manifestación del deseo del gobierno de "reequilibrar las regiones entre sí y promover las regiones sin litoral". La construcción de la nueva capital fue objeto de una importante planificación, a la que contribuyeron el urbanista Lucio Costa y el arquitecto Oscar Niemeyer, a quien
rincipalmente en la costa atlántica. Al trasladar la capital al centro del país, el presidente Juscelino Kubitschek (1902-1976) quiso reequi
abitantes. Hoy en día, aunque todavía no es tan atractiva como las megaciudades de la costa (Salvador, Río de Janeiro, São
dad para
la tolerancia y la fraternidad. Pero los acontecimientos le demostraron que estaba equivocado desde la inauguración de Brasilia. "El encantamiento terminó repentinamente. Los candangos regresaron a su mise
ra su población, el ideal soñado por Oscar Niemeyer, Lucio Costa y el presidente Kubitschek no se materializó: los trabajadores y sus familias no tenían los medios para establecerse en la ciudad q
oria de la crea