uscamente, y la atmósfera romántica se
onces que Lola se asustó y supo que realmente
bas manos fueron sostenidas sobre su cabeza por la mano de Jorge. Ella
taba tan asustada que juró definitivamente
masiado
o sexo con él sin saber lo que estaba pasando. Y esta
menzó a acariciarla mientras Lola
le mordió los labios. Un ligero olor
me pegaste y todavía me debes 250 dólares ¡Lola, me debes mucho! Ya es hora d
rla con arrogancia en aquella noche,
nsó que él er
e iba a
hora. ¡Por favor, déjame!" ¡Ay! Todos deberí
es ta
insultos de Lola, pero poco a poco se
insultó al hombre que estaba a su lado: "¡Bestia!" Pero J
e. Pero el plan cambió ya que Lola no se levantó hasta las dos de la t
lladas marcas sexuales en su cuerpo la hicieron sospecha
tar el certificado y casarse con él. Al menos, el matrimonio demostraría una relación formal entre ellos. Ya que no era gran cosa
ejaría si supiera que su niet
mamá, los extra
ora Du de manera apresurada y entró al estudio de Jorge con el fin de buscarlo, quien
endió y se preguntó qué era lo
la Oficina del Registro Civil cie
Lola. Y lanzó unas palabras, lo que hizo que Lola quisiera mat
illoso servicio de anoche? Si quier
odos los días? ¡H
he, apretó los puños y optó por ignor
nrió levemente, viendo que obvi
original de Lola. Ella quedó completamente atónita cuando vio a Jorge quitar el sello
debería haber sido vendida en subasta. No era nada fácil obtener la l
er absoluto e
mucho". Todo había sucedido demasiado rápido, por
al segundo piso, abrió la puerta del estudio de papá y encontró el registro de la familia en un cajón. Antes de abandonar el chalé, fue
undamente agradecida con el hombre alto en la puerta. Gracias a
que tenga suficiente dinero
nguno de ellos conocía a Jorge Si, ya que acababa de regresar del extranjero y no se había hecho cargo ofic
ola y condujo hasta el estacionamiento del centro comercial Miramar. Salieron d
áneo, joyas en el primer piso, productos para el cuidado de la piel y cosméticos en el segundo piso, ropa y bolsos de mujer en el tercer piso, ropa de hombres en e
los centros comercial
s. Compró muchos diamantes, ya sea para el
as de él ¡Qué hombre más guapo por dios! Todas sabían que él debía de ser un hombre su
llo?" No era probable. Aunque obtuvieron el certificado de matrimonio, ambos sabían que n
a tonta. Si él no le dijera la razón, ella no preguntaría. Lola no tenía nada q
on quien quisiera. Lola sabía que ella era bonita, sin embargo, existían muchas más mujeres que e
rrumpió sus pensamientos errantes. Lol