como de costumbre solía salir a las seis pero debido a las al
oce de la madrugada; Era la hora perfecta para saciar sus
más que eso, la pobre se masturbaba mientras se hacía fantasías en su pequeño mundo amator
entes los cuales rechazaba constantemente, por qué no perdía la esperanza de que se vo
, su teléfono timbra y eso hace que ella hiciera un chasquido con su boca–¡Demonios!–Se quejó sin quitar la
cabello el cual era rubio deslumbraba a través de los lujuriosos ojos de Debora, luego
da su valiosa ropa antes de ir a la cama, eso hac
su boxer, listo para que ella contemplará esa figu
litor*x empezó a manifestar esa sensación deliciosa que
mientos lentos se comenzó a acariciar
artamento, ella estaba segura ya que las paredes de s
iva estaba más espesa, en ese momento lo único que quería e
mpezó a frotarlo en círculos, luego aceleró su vib
tazos hacían est
mulaba su proceso, en cuestiones de segundos sus fluidos i
controlar su respiración. Esta
con voz cansada y apagó s
ara terminar de ver a su
*--
iato se asomó a la ventana, y lo primero que vio fue a su
te-masculló sin qui
nas y un sexi cuerpo que se podr
ionada con este hombre, el cual lle
e pelo y lo mordió, estaba tan ans
o de ver cómo su vecino a
que este saliera por comple
bre su delgado cuerpo, y de inmediato sus ve
lla era despreocupada a la hora de vestir, porque sabía que todo lo que su cuerpo llevará le quedaba perfecto, sin colocar siquiera
y se tumbó en su escritorio, estaba sin
negras y se podía notar que ella no tuvo una buena noche sin e
?–Gritó Angela mientras pa
asculló Debora mira
ndió Angela de m
–Dijo Débora mientras solt
gruesa y piel mestiza, era la mejor amiga de
o ví-respondió Angela c
e haga? Él te dejó por otra,
quizás haya u
ortunidades, entiéndelo
efe, el cual no estaba muy agusto con el rendim
dudas Angela se reía de la panza de su jefe,
él debe de estar enojado, anoche no le respondí
or su forma tan gruñona se ha ganado semejante apodo, actualmente es
sus dieciocho años y poder irse a Canadá, al menos allá podía estudiar su carrera de
la
, ¿Qué pasa co
lo que he es
mos otra vez, mi padre está obsesion
oy-colocó los
grande, tienes
n, promet
ber; una de las familias más adineradas de Estambul, pero claro, Debora quería empezar desde cero, todo bajo su sudor, a ella no le gus
re, no
eres más terca qu
e e hija-Debora ríe
icaban acerca de una fiesta que se iba a realizar mañana. Débora no estaba tan se
a a tu trabajo-ruega Angela jaland
un grito al cielo. Claro era de esperar, la mojigata de Debora la cu
la voz del líder de su g
, de esto depende nuestro salario, no qu
ue en un taxi, mientras que Débora decidió irse cami
o para ver a su hombre indomable, se imaginó teniendol
sa a las doce de la madrugada. Lo único q
uego de recordar esa noche, esa noche
eno, cada vez que hablaba con su padre, se sentía la peor hija d
la ventana de su enamorado, las luces estaban encendidas
das, eso era extraño, él s