en el tranquilo pueblo
li
alcanza la vista. El señor Ben
erso en sus libros u observando con benevolente iro
a menudo excesiva, tenía una sola obsesión: casar a su
dulce y hermosa. Su amabi
do sentido de observación y facilidad para leer las intenciones de los demás, aunque esto a veces la lleva a juicios demasiado apresurado
padas y frívolas, siendo Lydia particularmente ave
bre los últimos chismes del pueblo, las risas de Lydia y Kitty, las canciones de Mary para e
ar a sus hijas. Con la modesta dote que tenían, sa
que si uno de ellos no Si no fuera un buen matrim
de estar, con los ojos brillantes. de emoción. "Seño
antar la vista de su libro, res
a ponerte en tal
stá alquilado!" Y por un joven
¡Es soltero y vino a
. "¡Jane, Lizzy, esta es tu oportunidad!" »Elizab
zás no esté buscando esposa. Tal vez incluso
aran su buena ánimo. " No importa ! Necesitamos invitarlo a cenar lo antes posible. Ja
ado de
acostumbrada a estos cumpli
das. Elizabeth simplemente
la obsesión de su madre por Las bodas eran
bservador de personajes, aña
para atraer a todos los jóvenes del región.
Sra. Bennet, sorprendida per
rías bromear sob
", respondió con calma. "Pero
s si al Sr. Bingley
s aspectos. Y si desgraciadamente no lo elige, aún nos quedan cuatro otras chicas,
una gran segund
ión, mamá. Creo que seguiré leyendo mis libros y caminando. en el campo. »A pesar
eglas estrictas para las mujeres, y el matrimonio era a menudo el único camino hacia la
muerte del Sr. Bennet, debido a de un heredero varón. Este hecho aument
ocupaciones de la Sra. Bennet en el futuro de sus hijas, las
ía a la casa, una mezcla de curiosidad y anticipación. Para Elizabeth, sin embargo, la perspectiva de con
idad de su situación, ni la importancia de lo qu
emoción crecía. Las chicas e
z sea tímido" Jane sugirió una noche. "Después de todo, ve
piensa que nadie es lo suf
Lydia, med
h, "es que debemos hacer nuestra pr
primer encuentro y con
aron con Estaba deseando que llegara el baile en Meryton, do
Para Isabel, sería sobre todo una velada de observac
entendería y lo apreciaría por lo que era. Pero ella no pudo evitarpreguntá
lemente otra joven
eñor Bingley a Netherfield se
de Longbourn. Los rumor
asi mítica, fuente de todas las esperanzas y de las espec
scencia, todo
nte preparadas para cualquier eventualidad. Ella aseguró que sus sus vestidos son impecables, sus modales impecables
ley estaba en
. Bennet arreglando los rizos de su hija mayor. "No olvides sonreír y ser amable
fuerza en ese momento. la idea de este encuentro. Elizabeth, sent
Bennet se volvió hacia su segu
ado. A los hombres no les gusta
eocupes, mamá. seré gent