ro
reparado para los golpes que te va a dar
ió en ese accidente de auto cuando apenas tenía ochos años, fue duro, crecí sintiendo que no había tenido el tiempo suficiente con él. De esa m
os, pero estábamos preparados para esto, sabíamos que tarde
amos mi herma
ue madurar demasiado de golpe y hoy con treinta años, parecía más mi padre qu
los cuarenta años, me amaron desde el minuto cero, crecí llena de amor, pero ese es el m
observa desde la puerta de mi habita
se acerca a mí y me abraza-. Enserio, estoy
Vamos tenemos que bajar, la gente ya está empezando a irse y a
onfusa, no conocemos a nadie con ese nom
o recuerdas? - muevo mi cabeza negando-. Si, puede que tenga
se va tirándome un beso y
Es decir, no es que pase diez años de mi vida pensando en él, no,
o que pasaba mucho tiempo en casa. Obviamente yo era la pequeñita hermana de Tom, "la pequeña Aurora" como él me decía. Mirando hacia atrás, recuerd
es lo hacían perfecto a la vista de cualquiera. En fin, supongo que
espejo arreglando mi
mi hermano haciéndome señas para que me acerque
guna m
uro que me quito la respiración y un frio recorrió mi espald
muchísi
su cuerpo, por dios, era otro. Aun con su traje puesto a medida, se podía observar que todo en él era musculo firme y duro. Era enorme y yo me sentía una hormi
asta. ¿Qué est
ar de pensar en eso cuando noté q
ecuerdas a mi
pone a todo tu sistema en alerta, disimuladamente retire mi mano de la suya sintiendo como es
onreí lo más inocente que pude, si él me decía
hace sentir muy vie
esa tónica, yo ya no soy pequeña, pue
ecido- me dijo mirándome intensamente de arriba a abajo y
nerviosa. Fui a la cocina por agua y me quedé ahí un tiempo prudencial, cerré los ojos y sus
na semana enter
estábamos mi hermano, su novia Samantha, Alexander y yo. Me ofrecí a preparar café ya que estaban lo
léfono, respondí algunos mensajes y vi las redes sociales. Estaba un poco aburrida ya que no sabí
mi hermano que quería que me fuera a su casa así no me quedaba sola en la mía, pero cuando
, él tenía q
la cuido por ti- dijo dándole una palmada en el hombr
rí los ojos sin dar crédito a lo que había e
ecinos- dijo con una sonrisa. Después de aquello último se des
ni
suficiente con el pesado de mi hermano ahora también ib